"En otras palabras, la visión del mundo que predomina en occidente impregna ahora todos los aspectos de la vida e influye profundamente no sólo en la manera en que se ve el mundo sino también en las percepciones que tiene la gente de sí misma y los valores sociales. El historiador de la ciencia Thomas Khun, utilizó la palabra «paradigma» para describir tal estado de las cosas dentro de la ciencia misma. Un paradigma no es simplemente una rama determinada de conocimiento que se aprende explícitamente, sino que incluye todo el conjunto de técnicas, posturas y planteamientos que se absorben durante la preparación y aprendizaje de cada científico. Este paradigma, por lo tanto, ejerce una influencia profunda sobre el modo en que cada científico enfoca y considera la naturaleza y cuando comunica sus resultados y posturas a los demás.
El paradigma científico particular que nació durante el Renacimiento, y que ha florecido desde entonces, es ahora tan penetrante que su influencia se ha extendido más allá del dominio puramente científico hasta todos los aspectos de la vida. Esta actitud hacia la naturaleza, y hacia nosotros mismos, es mucho más que una rama sumamente organizada de la naturaleza dado que es una actitud común de la mente, una manera de percibir el mundo, de estar dispuesto a actuar y comunicar que ahora parece totalmente natural. Ya no es posible observar esta visión del mundo o paradigma, sino que todo el mundo percibe a través de él.
Puesto que esta visión de la naturaleza, dominada por la causalidad, análisis y reducción, tiempo lineal y explicaciones en términos de elementos, es tan penetrante, es especialmente difícil adaptarse a la fuerza total de la sincronicidad, un fenómeno que requiere una visión del mundo muy distinta. Las sincronicidades a menudo parecen perturbar los fundamentos de este mundo científico ordenado y dejarnos desorientados y desconcertados. Las sincronicidades, en estos casos, pueden parecer mágicas e irracionales, como los comodines en la baraja de cartas de la naturaleza."
(Sincronicidad, David Peat)
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