"En resumen, lo que experimentamos no es la realidad externa sino nuestra interacción con ella. Ésta es una hipótesis fundamental de «complementariedad».
Complementariedad es el concepto desarrollado por Niels Bohr para explicar la dualidad onda-partícula de la luz. Hasta ahora nadie ha pensado una explicación mejor. Las características ondulatorias y las características corpusculares, dice la teoría, son aspectos mutuamente excluyentes o complementarios de la luz. Uno de ellos siempre excluye al otro porque la luz (como cualquier otra cosa) no puede participar de las características de las ondas y de las partículas de manera simultánea.
¿Cómo pueden estos tipos de comportamiento ondulatorio y corpuscular, recíprocamente excluyentes, ser propiedades de una misma luz? La respuesta es: Porque no son propiedades de la luz. Son propiedades de nuestra interacción con la luz. El que la luz se manifieste en ondas o partículas dependerá de la forma de experimento que elijamos. Si queremos demostrar las características ondulatorias de la luz podemos realizar el experimento de la doble rendija, que produce interferencia.
Si elegimos demostrar las características corpusculares de la luz podemos realizar el experimento que ilustra el efecto fotoeléctrico. Y podemos hacer que la luz manifieste características ondulatorias y corpusculares realizando el famoso experimento de Arthur Compton."
(La danza de los maestros, Gary Zukav)
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