Promete la tercera temporada en la consulta de Paul Weston.
Y como siempre nada es lo que parece.
Los pacientes llegan a la consulta bien pertrechados con su coraza: en este caso, un viudo hindú, una actriz madura y un homosexual desesperado... Cada uno, con su tema y lo recitan, lo exhiben ante el silencio escrutador del dr. Weston, quién poco a poco irá agarrándose a las grietas, a las fallas del discurso para abrirse camino hacia las escondidas manos que mueven los hilos del individuo que se presenta ante él.
La terapia es así y la serie lo muestra muy bien, sobre todo en su primera temporada que es la más clínica de todas. Y es uno de sus principales atractivos junto el poder de la palabra, de la expresividad de unos actores capaces de conferir carne y sangre a sus personajes.
"In treatment" tiene un punto detectivesco, indagador y en cada capítulo el espectador se sabe descendiendo un peldaño mas en el secreto de un personaje dentro de un juego de apariencias depositadas como sedimentos sobre una olvidada y abandonada verdad.
Si algo queda claro siempre en "In treatment" es la compleja vulnerabilidad del ser humano.
Muy recomendable.
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