Habla,
tiende un cálido y cristalino
puente de precisas palabras
que quiebre con medido acierto
esta distancia inmensa
sucediendo en el escaso espacio
que separa dos silencios.

Recuerda que existe el tiempo,
que nada es eterno,
que todo tiene su momento
y que los momentos pasan,
se evaporan de la copa,
vuelan casi sin quererlo.

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