"La síntesis de la profusión y del cálculo es el centro comercial. El drugstore (o el nuevo centro comercial) realiza la síntesis de las actividades consumidoras, entre las cuales no es menor el shopping mismo, que el coqueteo con los objetos, el vagabundeo lúdico y las posibilidades combinatorias. En ese sentido, el centro comercial es más específico del consumo moderno que las grandes tiendas, en las cuales la centralización cuantitativa de los productos deja menos margen a la exploración lúdica. En las grandes tiendas, que conservan algo de la época en que nacieron —que fue la del acceso de amplias clases a los bienes de consumo corriente—> la yuxtaposición de los sectores, de los productos, impone una marcha más utilitaria. El centro comercial, en cambio, tiene un sentido muy diferente: no yuxtapone categorías de mercancía, practica la amalgama de los signos, de todas las categorías de bienes considerados como campos parciales de una totalidad consumidora de signos, en la que el centro cultural deviene parte integrante del centro comercial."
(La sociedad de consumo: sus mitos, sus estructuras. Jean Baudrillard)
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