"No quiero sugerir que la filosofía de la física contemporánea niegue o incluso ponga en duda la realidad del mundo externo sino que, de una manera u otra, suspende el juicio sobre lo que pueda ser la realidad misma o considera la pregunta incontestable. Convertida en un principio metodológico, esta suspensión tiene una doble consecuencia: a) fortalece el cambio del acento teórico desde el metafísico «Qué es...?» (ΤΊ ΕΣΤΊΝ ) al funcional «Cómo...?» y b) establece una certeza práctica (aunque de ningún modo absoluta) que, en sus operaciones con la materia, está libre con buena conciencia del compromiso con cualquier sustancia fuera del contexto operacional. En otras palabras, teóricamente, la transformación del hombre y la naturaleza no tiene otros límites objetivos que aquellos que ofrece la facticidad bruta de la materia, su resistencia todavía no domada al conocimiento y al control."
(El hombre unidimensional. Herbert Marcuse)
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