"Dos años después de las declaraciones de Williamson sobre la idoneidad de avivar las crisis, Michael Bruno, economista principal del Banco Mundial en el ámbito de la economía del desarrollo, se hizo eco en público de esa misma línea de argumentación sin atraer la atención tampoco ni la atención ni el escrutinio de los medios. En una conferencia impartida ante la International Economic Association en Túnez, en 1995, que luego se convertiría en una publicación del Banco Mundial, Bruno informó a los quinientos economistas allí congregados (y procedentes de 68 países distintos) que cada vez existía un consenso más extendido en torno a la idea de que una crisis lo suficientemente amplia podría conseguir impresionar a los decisores políticos hasta tal punto que éstos se decidieran finalmente por instaurar reformas destinadas a potenciar la productividad. Bruno señaló a América Latina como ejemplo destacado de crisis profundas que aparentemente han resultado beneficiosas y, en particular, a Argentina donde, según dijo, el presidente Carlos Menem y su ministro de economía Domingo Cavallo, estaban haciendo una gran labor de aprovechamiento del ambiente de emergencia que allí se respiraba para imponer un hondo y amplio proceso privatizador."
(La doctrina del shock, Naomí Klein)
Seguramente partamos de un error grueso a la hora de interpretar la realidad actual de crisis económica que afecta a Europa y que tiene que ver con la presunción de que el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial están trabajando para resolver el problema.
Seguramente están más interesados en agravarlo todavía un poco más... quizá con la quiebra de Grecia.