"Hablaba también la gente del maravilloso partido de Irlanda contra Australia, del partidazo de Healy y el resto de la primera línea irlandesa, de los dotes de mando de O'Connell, del arrojo defensivo de O'Driscoll y de los inolvidables cinco últimos minutos, la presión en el 22 irlandés, el pase de fantasía innecesario de Cooper, la intercepción de Bowe y la carrera eterna, el placaje increíble de O'Connor a cinco metros de la línea de ensayo, el pitido final y la calle Alcalá llena de camisetas irlandesas y pintas de Guinness a las 12 de la mañana."
(De las mejoras visibles y retos futuros, El rojo y el blanco)
Eternos cinco minutos!