"Nunca tantas personas han perdido tanto en tan poco tiempo sin que existiera una hambruna, una plaga o una batalla de grandes proporciones de por medio. Desde el inicio de la transición hasta 1998, más del 80% de las granjas y de las explotaciones agrícolas rusas habían quebrado y, aproximadamente, unas 70.000 fábricas de titularidad estatal habían sido clausuradas dejando como rastro una auténtica epidemia de desempleo. En 1989, antes de la terapia de shock, vivían en la Federación Rusa bajo el umbral de la pobreza (es decir, ingresos inferiores a cuatro dólares diarios) dos millones de personas. A mediados de la década de1990, cuando los terapeutas del shock ya habían administrado su amarga medicina, eran 74 los millones de rusos y rusas que vivían debajo de ese umbral, según el Banco Mundial. Eso significa que de lo que verdaderamente pueden vanagloriarse las reformas rusas es del empobrecimiento absoluto de 72 millones de personas en sólo 8 años. En 1996, el 25% de los rusos (casi 37 millones de personas) vivían en una situación de pobreza calificada de desesperada."
(La doctrina del shock, Naomi Klein)