LAS AVENTURAS DE TINTIN
Como casi siempre que el cine opta única y exclusivamente por lo tecnológico, el resultado es decepcionante.
Una vez que el espectador supera la sorpresa de verse dentro de un comic de Hergé, lo cual no deja de tener su mérito, y se queda a solas con la historia, en la oscuridad de la sala, descubre, tras el aburrimiento que empieza a sentir, que debajo del reto tecnológico superado no hay nada que lo sustente.
Y esto es lo que sucede con "Tintin", que no hay nada bajo la atractiva superficie de ver el mundo de Hergé animado en tres dimensiones.
Como casi siempre que el cine intenta hacer que la tecnología deje de ser un medio para convertirse en un fin en sí misma, se convierte en un espectáculo vacío, cuyo único atractivo consiste en la infinita repetición de un artificio hasta que la mirada se habitúa a la sorpresa y ésta desaparece. Y superado el efecto sorpresa, la película cae y se hace añicos, resultando morosa, aburrida, incluso rutinaria en ciertos momentos.
Me sobra este Tintin que consigue hacer aburrido al personaje de Hergé.