CYRANO
Dirigida en 1990 por Jean Paul Rappeneau, "Cyrano de Bergerac" es una adaptación fiel al texto teatral de Edmond Rostand estrenado en 1897.
Cyrano es uno de los grandes personajes del teatro francés.
La tremenda brutalidad con la que en cada momento expresa su pasión por la vida y su pasión por la bella Roxanna forman parte de un personaje arrollador, entregado por completo al disfrute de cada instante que sentó como un guante a Gerard Dapardieu, un Cyrano a su manera en el modo en que vive su vida.
Este Cyrano es una película de actor.
Desde el principio hasta el final, la interpretación de Depardieu resulta arrolladora y deslumbrante, múltiple en los matices y tremenda en la poderosa intensidad con que las emociones desfilan sobre la superficie de su rostro.
Comparada con otras adaptaciones de la obra, como la que Hollywood llevó a cabo en la década de los cincuentas del siglo pasado, protagonizado por otro gran actor como fue José Ferrer, la interpretación de Depardieu resulta carnal y delirante. El Cyrano de Depardieu se expresa poseído por el divino demonio de una pasión arrolladora que le arrastrará a la perdición y a un maravilloso final de esos que no se olvidan, con frases tan prodigiosas como ese "Nunca te he amado, mi amor" que resume en un segundo toda la vida del personaje.
Emocionante y prodigiosa, el "Cyrano" de Rappeneau y Depardieu es sin duda la mejor adaptación cinematográfica de una de los personajes de referencia del teatro francés.
Imprescindible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario