A SCANNER DARKLY
Poco a poco, el tiempo y la propia evolución de nuestra sociedad hacia la neurosis y la histeria están colocando a la obra de Philip K. Dick en su verdadero lugar.
Poco a poco los lectores van reconociendo cada vez más rasgos del mundo que les rodea en sus obras que combinan la sociología con la metafísica para producir alucinados relatos sobre un mundo futuro en el que el ser humano casi siempre es víctima de si mismo y de sus propias obras.
"A scanner darkly" combina ese carácter utópico y anticipatorio con otra de las obsesiones de Dick: la duda acerca de la propia realidad. Obsesión que tiene que ver con sus perennes adicciones a todo tipo de sustancias que le llevaron a una situación más allá de la realidad en la que la paranoia y la esquizofrenia se combinaron con las apariciones de un ser energético llamado Sivainvi.
Y precisamente en lo que incide "A scanner darkly" es en la relación con eso llamado realidad que tiene un adicto y esa situación se inscribe en una sociedad futurista en la que la adicción a una sustancia llamada M es generalizada.
Si en "¿Sueñan los androides con las ovejas eléctricas?" nadie podría estar completamente seguro de no ser un androide, en "A scanner darkly" nadie puede estar seguro de que exista una clara línea de separación entre el exterior y la mente, entre lo objetivo y lo subjetivo ni tampoco dónde se encuentra.
Y ese sentimiento de inseguridad está muy presente en las obras de Dick, una inseguridad que nacía en él y en su propia relación consigo mismo y con la realidad, una inseguridad paranoica en la que la paranoia quizá descanse en una superior capacidad de intuición sobre las cosas, sobre su invisible absurdo radical de pronto percibido como una aparición de Sivainvi.
Los personajes protagonistas de Dick son héroes que luchan en el frente metafísico de la percepción de si mismos y de las cosas, enfrentados a los mil y un meandros de una estructura tan inestable como es la conciencia.
Y esa desconfianza hacia la realidad es esencial precisamente para defenderse de ella.
Quizá "A scanner darkly" como historia resulta confusa, pero me gusta sentir esa confusión porque es la misma que sienten los propios personajes cada vez que la realidad se desmanda ante sus ojos. No se lo reprocho. Hay cosas que no entiendo, situaciones incomprensibles... pero de éso se trata.
Desorden y confusión sucediendo en una sociedad que se está desmoronando mientras sus miembros también se desmoronan dinamitados por una adicción a la que el propio caos en el que se encuentran les empuja.
No hay salida.
Nunca la hubo.
El listado final de caídos da buena cuenta de ello.
Brillante.
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