lunes, marzo 12, 2012

JUSTIFIED


Decididamente tengo que hacer una nueva hornacina en el panteón de las grandes series para colocar allí  a "Justified".

La serie nos cuenta las andanzas de Raylan Givens, un marshall de las Estados Unidos, por su tierra natal de Kentucky, tierra a la que ha sido enviado por tener la pistola demasiado larga en el soleado Miami.

Pero lo más importante en "Justified" no son las intrigas criminales conclusivas que suceden en cada capítulo ni la narrativa que sucede de manera transversal a lo largo de los mismos, lo más importante es el modo en que se relacionan todos los personajes, el modo en que se hablan, en lo que dicen y en cómo lo dicen.

"Justified" rebosa inteligencia y gracia en todos y cada uno de los diálogos que los personajes pronuncian dirigiéndose los unos a los otros.

Una acertada mezcla de laconismo e ironía impregna cada palabra y cada frase convirtiendo "Justified" en un extraño y fascinante cruce entre una película de Harry el Sucio y otra de Lubitsch..., o mejor escrito, una de Tarantino desprovista de su zafiedad "low class" tendente siempre al gore y la violencia, como si nunca terminase de salir del mostrador de aquel video-club... como escribía, un extraño y fascinante cruce que no resulta en absoluto un aborto de la naturaleza.

Y luego, por supuesto, está el glorioso estado de Kentucky y sus gentes, aún más gloriosas... que quizá puedan parecer unos paletos, pero que en absoluto tienen un pelo de tontos.

Hay mucho tomate en Kentucky.

Soy fan.





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