lunes, abril 02, 2012

THE SUNSET LIMITED

"The sunset limited" es un texto dramático que Cormac MacCarthy escribió al mismo tiempo que escribía "La carretera", una de sus obras más famosas.

Consiste en el diálogo que mantienen un hombre blanco que ha intentado suicidarse saltando al paso del tren Sunset Limited que da titulo al texto y de un hombre negro, trabajador de la estación, que es quién le ha salvado.

El primero es un oscuro nihilista para quién la vida ha dejado de tener sentido y el segundo es un ferviente creyente quién tras una vida difícil ha encontrado una cierta paz en la fe en Dios; el hombre negro retiene al blanco en su piso e intenta transmitirle un poco de su propia esperanza, pero en absoluto resultará una tarea fácil.

Sobre el papel se trata de una propuesta muy interesante la de mostrar la lucha entre esos dos modos tan contrapuestos de ver las cosas, pero "The Sunset Limited" no termina de funcionar desde el punto de vista dramático.

Hay una cierta sensación de atropellamiento, de falta de claridad y complejidad en el modo en que los personajes expresan sus puntos de vista, especialmente en lo que respecta al hombre blanco. Su parte parece escrita en una sentada y seguramente este es el sentido del texto: conjurar algún fantasma que debía aparecerse a MacCarthy mientras escribía "La Carretera".

No se si lo consiguió, pero desde luego la postura del hombre blanco no termina de estar demasiado claramente expuesta en tanto que el personaje del hombre negro, su posicionamiento resulta todo lo contrario, mucho más obvio y esquemático, pareciendo haber nacido para ser la pared contra la que el discurso del hombre blanco debe percutir hasta quizás agrietarla.

En cualquier caso, MacCarthy no parece la persona adecuada para preguntarle cómo se siente o qué tal está... puede abrir el abismo bajo nuestros despreocupados pies, pero sin duda tendrá que hacerlo mejor que con textos como "The Sunset Limited"... o por lo menos debería distinguir mejor lo que es para consumo propio y lo que está hecho para los otros.

Y eso que esa idea tan perversa que vierte el hombre blanco y que cifra la distancia que nos separa de la nada en apenas un latido resulta siempre especialmente turbadora... y siempre lo será.

No se yo...



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