Otra vuelta de tuerca más...
"Hasta ahora esta organización se dedicaba a dar un hogar a niños huérfanos o de familias desestructuradas (con problemas de drogadicción, alcoholismo, prostitución ). Pero ahora, no sólo está viendo a madres solteras entregarles a sus pequeños porque no pueden mantenerlos. También muchas familias con un padre y una madre al frente quieren darles a sus retoños porque ambos están en el paro y se ven incapaces de sacarlos adelante."
(Los niños de la crisis de Grecia, El Mundo)
El neoliberalismo destruye y mata.
Como escribe Paul Krugman, considera las desigualdades como inevitables y necesarias, pero ninguno de sus profetas se atreve a sostener esa idea claramente.
Es una pena que las personas con sus tragedias perturbe su perfecto mundo de esferas.
Es una pena que los desheredados no mueran en un rincón y en silencio, sin perturbar el perfecto equilibrio del mercado con su tragedia.
Es una pena que los padres con hambre no decidan comerse a los hijos que no puedan alimentar para que las sumas, las restas y los porcentajes encajen en esa suprema tabla maestra de la ley en la que está escrito lo que está bien y lo que está mal... a cualquier coste por supuesto.
Y por supuesto, cuando las cosas van mal, existe el estado para socializar las pérdidas.
Todo encaja siempre.
El neoliberalismo es la nueva forma que adoptan el pensamiento totalitario que tantas desgracias acarreó a la humanidad en el pasado siglo XX.
Como un fantasma o un demonio nos ha seguido hasta el XXI.
"Hasta ahora esta organización se dedicaba a dar un hogar a niños huérfanos o de familias desestructuradas (con problemas de drogadicción, alcoholismo, prostitución ). Pero ahora, no sólo está viendo a madres solteras entregarles a sus pequeños porque no pueden mantenerlos. También muchas familias con un padre y una madre al frente quieren darles a sus retoños porque ambos están en el paro y se ven incapaces de sacarlos adelante."
(Los niños de la crisis de Grecia, El Mundo)
El neoliberalismo destruye y mata.
Como escribe Paul Krugman, considera las desigualdades como inevitables y necesarias, pero ninguno de sus profetas se atreve a sostener esa idea claramente.
Es una pena que las personas con sus tragedias perturbe su perfecto mundo de esferas.
Es una pena que los desheredados no mueran en un rincón y en silencio, sin perturbar el perfecto equilibrio del mercado con su tragedia.
Es una pena que los padres con hambre no decidan comerse a los hijos que no puedan alimentar para que las sumas, las restas y los porcentajes encajen en esa suprema tabla maestra de la ley en la que está escrito lo que está bien y lo que está mal... a cualquier coste por supuesto.
Y por supuesto, cuando las cosas van mal, existe el estado para socializar las pérdidas.
Todo encaja siempre.
El neoliberalismo es la nueva forma que adoptan el pensamiento totalitario que tantas desgracias acarreó a la humanidad en el pasado siglo XX.
Como un fantasma o un demonio nos ha seguido hasta el XXI.
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