domingo, julio 29, 2012

El caballero oscuro: la leyenda renace

Debe ser duro ser un critico de cine oficial y tener que escribir de esta tercera entrega de las aventuras de Batman, según Christopher Nolan.

Vaya por delante que "El caballero oscuro: la leyenda renace" es la peor de las tres con diferencia, una completa y compleja fantasmagoría basada en la acumulación de ruido y espectacularidad, y en la que la historia es apenas una alucinada contradicción destinada a justificar la sucesión de escenas espectaculares, que funcionan en sí mismas, pero que en absoluto componen un todo homogéneo y coherente.

Hay un exceso de cajas chinas que se abren para mostrar figuras más grandes o de tamaños y formas diferentes. Nada es lo que parece, todo cambia y puede convertirse en cualquier otra cosa con tal de sorprender al espectador que atado por el talento para componer verosimilitud del director Christopher Nolan y una brillante partitura de Hans Zimmer termina dejándose llevar por un torrente incontenible de imágenes que se le dispara con precisión durante casi tres horas, siempre con la esperanza de terminar arrojado en la playa de un conveniente final feliz.

Estoy convencido que "El caballero oscuro: la leyenda renace" no resiste una segunda visión. Su trampa y su cartón terminará apareciendo a los ojos del espectador una vez que el efecto emocionalmente arrasador de su puesta en escena pierda ese factor sorpresa que reduce al espectador a la condición de animalejo sorprendido por las luces largas de un coche en medio de la noche.

Y en este sentido, y más que una película, "El caballero oscuro" parece más un experimento de laboratorio de psicologia destinado a demostrar que la pura forma convenientemente presentada no necesita del fondo para contar con la aquiescencia del espectador.

Porque todo vale con tal de que la historia avance y cualquier planteamiento es bueno con tal de sorprender al espectador con un nuevo giro argumental que culmina en el absurdo narrativo de la historia del pozo como ejemplo paradigmático de que el narrador cuenta con la falta de memoria del espectador para contar -eso sí, con talento- cualquier cosa de cualquier manera.

Lo que más se parece a "El caballero oscuro" es un centro comercial, una acumulación planificada de imágenes, gestos, diálogos, estímulos desmemoriados cuya una única misión es resultar interesantes por si mismo, en su eterno presente.

No obstante, y entre la espectacularidad de muchas secuencias, la vacilona labilidad de los andares y gestos de Anne Hathaway (los años pasan y uno sigue sin ser de piedra) y el asombro del "pero qué me están contando", la película termina pasando por entre mis ojos sin hacerse pesada, lo cual también tiene su mérito, porque una de las cosas más difíciles del mundo es hacer películas largas que no se hagan largas (sólo David Lean tenía ese talento y quizá Christopher Nolan pueda ser su heredero)

Aceptable.





2 comentarios:

  1. Bastante de acuerdo con la crítica, aunque creo que eres un poco benévolo. A mi no me pareció tan sólo la peor de las tres, sino simple y llanamente mala. Es una película sin argumento, una simple excusa, como bien dices. Una excusa formada por un cúmulo de clichés y trucos pueriles que sólo consigue funcionar frente a un espectador con un nivel de exigencia muy bajo o sensible a la iconografía comiquera más adolescente. Para mi, se trata de una película sin pies ni cabeza, carente de una historia propia, de unos personajes mínimamente creibles y construidos, de una ambientación y un contexto que justifique lo que ocurre en pantalla y le de un segundo nivel de lectura del tipo que sea. La verdad es que no me esperaba algo así en absoluto. Disfruté con la anterior entrega y esperaba volver a hacerlo en mayor o menor medida con esta, pero está visto que al Caballero Oscuro ya no le quedaban historias en la recámara.

    Saludos

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  2. En realidad estoy completamente de acuerdo contigo, Iván. He sudo demasiado generoso... Lo que pasa es que me cuesta no ver cosas buenas. Y esta peli es un caos narrativo alguna de cuyas partes funciona desde la espectacularidad.
    Me he situado a la hora de escribir en la superación del caos sin ira, pero suscribo todo lo que has escrito.... Además de agradecerte la participación.
    Un abrazo

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