En realidad, "Vanishing point" es un western.
Kowalski, un misterioso bala perdida cuya desafortunada vida el espectador va conociendo a lo largo de la película, decide convertir su forma de vivir en una apuesta, aspecto que se revelará esencial a la hora de entender al personaje y su trayectoria vital en los flashbacks que la historia va mostrando.
Kowalsky apostará con un colega que entregará el coche que debe llevar desde Denver a San Francisco antes de que el fin de semana que comienza termine.
Esta decisión aparentemente caprichosa y loca, pero que el espectador atento entenderá como justificada una vez conoce al protagonista es el detonante de una enloquecida cabalgada por las carreteras interminables de los Estados Unidos camino del océano Pacífico.
"Vanishing point" es una película sobre los límites.
El territorio está lleno de límites, ya no es posible cabalgar hacia donde uno quiere y como uno quiere.
Alrededor del héroe y su voluntad de existir se han ido construyendo como una telaraña una serie de constricciones que hacen imposible la verdadera libertad y así la cabalgada de Kowalski a doscientos kilómetros por ahora se convierte en una espectacular huida hacia delante que certifica el final del horizonte como posibilidad de escape que una vez fue la idea esencial que hizo posible a los Estados Unidos como territorio para la esperanza.
Conforme el bólido avanza, Kowalski, el último cowboy, el último beatnik, arrastra tras de si todas las barreras visibles e invisibles que atraviesa, unas barreras que se convierten en una sombra cada vez más alargada y pesada de la que no podrá librarse, una sombra que de alguna forma también es la oscura nube de su pasado.
Ya no es posible escapar.
La esperanza no es posible.
Hasta el espacio y el tiempo tienen dueño, una manera de ver que esa manera de entender los Estados Unidos claramente ha muerto y la heroicidad de Kowalski consiste precisamente en demostrarlo con cada control de policía que esquiva o salta.
Esa carrera le conducirá al desierto convertido en una abandonada playa donde los rechazados como él por esa estructura llena de límites han sido conducidos en su afán de buscar como Kowalsky una posibilidad de escape entre el cielo y la tierra.
"Vanishing point" es una película hermosa, llena de poesía sobre los límites, la imposibilidad de escapar y del autenticamente humano instinto de continuar intentándolo aunque ya no haya lugar a donde ir.
Obra maestra.
Kowalski, un misterioso bala perdida cuya desafortunada vida el espectador va conociendo a lo largo de la película, decide convertir su forma de vivir en una apuesta, aspecto que se revelará esencial a la hora de entender al personaje y su trayectoria vital en los flashbacks que la historia va mostrando.
Kowalsky apostará con un colega que entregará el coche que debe llevar desde Denver a San Francisco antes de que el fin de semana que comienza termine.
Esta decisión aparentemente caprichosa y loca, pero que el espectador atento entenderá como justificada una vez conoce al protagonista es el detonante de una enloquecida cabalgada por las carreteras interminables de los Estados Unidos camino del océano Pacífico.
"Vanishing point" es una película sobre los límites.
El territorio está lleno de límites, ya no es posible cabalgar hacia donde uno quiere y como uno quiere.
Alrededor del héroe y su voluntad de existir se han ido construyendo como una telaraña una serie de constricciones que hacen imposible la verdadera libertad y así la cabalgada de Kowalski a doscientos kilómetros por ahora se convierte en una espectacular huida hacia delante que certifica el final del horizonte como posibilidad de escape que una vez fue la idea esencial que hizo posible a los Estados Unidos como territorio para la esperanza.
Conforme el bólido avanza, Kowalski, el último cowboy, el último beatnik, arrastra tras de si todas las barreras visibles e invisibles que atraviesa, unas barreras que se convierten en una sombra cada vez más alargada y pesada de la que no podrá librarse, una sombra que de alguna forma también es la oscura nube de su pasado.
Ya no es posible escapar.
La esperanza no es posible.
Hasta el espacio y el tiempo tienen dueño, una manera de ver que esa manera de entender los Estados Unidos claramente ha muerto y la heroicidad de Kowalski consiste precisamente en demostrarlo con cada control de policía que esquiva o salta.
Esa carrera le conducirá al desierto convertido en una abandonada playa donde los rechazados como él por esa estructura llena de límites han sido conducidos en su afán de buscar como Kowalsky una posibilidad de escape entre el cielo y la tierra.
"Vanishing point" es una película hermosa, llena de poesía sobre los límites, la imposibilidad de escapar y del autenticamente humano instinto de continuar intentándolo aunque ya no haya lugar a donde ir.
Obra maestra.
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