"El asunto es que. debido a que los ataques especulativos pueden justificarse a si mismos, el hecho de seguir una política económica que tenga sentido en términos de los elementos básicos no es suficiente para asegurar la confianza del mercado. De hecho. la necesidad de ganarse esa confianza puede, en efecto, impedir que un país siga políticas sensatas y obligarlo a adoptar unas que normalmente se considerarían perversas."
(De vuelta a la economía de la Gran Depresión y la crisis 2008-2009, Paul Krugman)

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