"El asunto es que. debido a que los ataques especulativos pueden
justificarse a si mismos, el hecho de seguir una política económica que
tenga sentido en términos de los elementos básicos no es suficiente para
asegurar la confianza del mercado. De hecho. la necesidad de ganarse esa
confianza puede, en efecto, impedir que un país siga políticas sensatas y
obligarlo a adoptar unas que normalmente se considerarían perversas."
(De vuelta a la economía de la Gran Depresión y la crisis 2008-2009, Paul Krugman)
Pasión o sumisión: lo que el fútbol argentino enseña al Atleti
Hay una escena en la película argentina El secreto de sus ojos que me fascinó cuando la vi por primera vez. El investigador busca a un asesino desaparecido y su amigo Sandoval le dice una frase que se me quedó grabada: “El tipo puede cambiar de casa, de nombre, de trabajo… pero nunca va a cambiar de pasión” . Entonces lo entendí como algo bello: la pasión como raíz firme de identidad, una fidelidad que sobrevive al miedo y al tiempo. Me conmovió pensar que algo así podía definirnos para siempre. Pero, con los años, empecé a mirar de otro modo esa fidelidad absoluta. Soy simpatizante del Atlético de Madrid y no soy un buen aficionado según los estándares actuales. Hay cosas que veo, no me gustan y lo digo. He visto cómo, a lo largo de la última década, la relación entre la afición y el equipo ha cambiado. Con la llegada de Diego Simeone , el club consolidó un relato que exalta la entrega sin condiciones: luchar, sufrir, creer hasta el final. Ese discurso, que al principio unió a la hi...
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