lunes, diciembre 24, 2012

Ni por ser más viejo
Ni tampoco por más diablo.
Se es más sabio por resucitado.
Por de entre los muertos sobrevivir
a las inaplazables circunstancias
que deparan el tiempo y el espacio,
a los inevitables desastres
que siempre acompañan
a lo que por naturaleza es frágil,
a los pequeños y grandes
apocalipsis personales
que siempre suceden puntuales.
Por sobreponerse a las heridas
que, con manos blancas o negras,
la vida tan inocentemente infringe.
Por aprender a reconocer
la tipología de diferentes filos
que ciegamente las producen
cada vez como si fuera la primera.
Por no permitir que esa heridas
vivan tu vida voraces y yermas por ti.
Por dejar ser para poder existir…
                                                      supongo.
Todo lo supongo.

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