Lo importante es no perder las formas...
Vivamos con tranquilidad el robo, la desgracia, la muerte…
sobre todo los robados, los desgraciados, los muertos
precisamente aquellos a los que no les faltan motivos para gritar, insultar,
porque viven balanceándose en el extremo
de este bólido habitado a la deriva.
Si te desahucian no pierdas las formas
Si te vas al paro no pierdas el control.
Se sensato.
Confía en las buenas palabras
de los mismos que te han llevado al vórtice de nunca jamás
en donde sólo retóricamente te encuentras.
Cumple con tu deber ciudadano de morir en silencio.
No estropees la fiesta de los otros con tu desgracia.
Se solidario.
Respeta esta mentira.
Si acaso ten la delicadeza de un último gesto,
porque también les debes éso.
Acepta con entereza el lugar que el destino te ha reservado.
No es nada personal.
Muerdete los labios hasta hacerte sangre
y llora tu desgracia en tu rincón….
pero que no se te escuche demasiado
porque para otros la fiesta sigue
y no es agradable verte al otro lado del escaparate
quejándote y lamentándote como un perro.
No manches el color de cada día
con el profundo negro de tu suerte.
Te ha tocado.
Ocupa silenciosa y educadamente tu lugar
bajo el hacha que un respetuoso verdugo
dejará caer respetuosamente sobre tu cuello…
pero no pierdas las formas.
Son lo primero.
Con tu solidario silencio cumple tu última misión:
Transmuta esta mentira en algo cierto.
Vivamos con tranquilidad el robo, la desgracia, la muerte…
sobre todo los robados, los desgraciados, los muertos
precisamente aquellos a los que no les faltan motivos para gritar, insultar,
porque viven balanceándose en el extremo
de este bólido habitado a la deriva.
Si te desahucian no pierdas las formas
Si te vas al paro no pierdas el control.
Se sensato.
Confía en las buenas palabras
de los mismos que te han llevado al vórtice de nunca jamás
en donde sólo retóricamente te encuentras.
Cumple con tu deber ciudadano de morir en silencio.
No estropees la fiesta de los otros con tu desgracia.
Se solidario.
Respeta esta mentira.
Si acaso ten la delicadeza de un último gesto,
porque también les debes éso.
Acepta con entereza el lugar que el destino te ha reservado.
No es nada personal.
Muerdete los labios hasta hacerte sangre
y llora tu desgracia en tu rincón….
pero que no se te escuche demasiado
porque para otros la fiesta sigue
y no es agradable verte al otro lado del escaparate
quejándote y lamentándote como un perro.
No manches el color de cada día
con el profundo negro de tu suerte.
Te ha tocado.
Ocupa silenciosa y educadamente tu lugar
bajo el hacha que un respetuoso verdugo
dejará caer respetuosamente sobre tu cuello…
pero no pierdas las formas.
Son lo primero.
Con tu solidario silencio cumple tu última misión:
Transmuta esta mentira en algo cierto.
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