martes, agosto 06, 2013

Escritos corsarios

El 2 de noviembre de 1975, Pier Paolo Pasolini fue apaleado hasta morir, y después atropellado una y otra vez hasta morir de nuevo, en un descampado de Ostia, una localidad muy próxima a Italia.

La versión oficial dice que el cuerpo de Pasolini fue literalmente triturado a golpes por un grupo de chaperos con uno de los cuales el cineasta tuvo una discusión acerca del precio del servicio solicitado.

La versión oficiosa, sostenida incluso por Giuseppe Pelosi (chapero condenado por la muerte de Pasolini en la versión oficial), dice que Pasolini fue muerto por un grupo de desconocidos que con acento del sur aparecieron de improviso para, al grito de "maricón", "comunista" o "guarro", molerle a palos hasta la muerte.

El asesinato de Pasolini forma parte de los misterios que jalonan la Italia de la segunda mitad del siglo XX y que están ahí, sumándose los unos a los otros, reflejando como mínimo la existencia de una anomalía persistente en el tiempo, una anomalía que cuestiona el carácter democrático de la sociedad italiana.

Desde los atentados presuntamente fascistas de principio de la década de los sesentas hasta el secuestro y muerte de Aldo Moro, sin olvidar la muerte del empresario Enrico Mattei ni la muerte de Roberto Calvi y el Banco Ambrosiano para terminar en la constante presencia de relaciones in confesables entre Mafia, Vaticano y República Italiana.... Puede decirse que los italianos no se han aburrido y que saben muy bien qué es todo ese rollo de tensiones entre la verdad oficial y la oficiosa.

Y en todo ese panorama de secretos, mentiras, alguna verdad y muchas más mentiras, Pier Paolo Pàsolini siempre existió como un elefante en una cacharrería para, como mínimo, aventar ese olor a podrido que siempre ha desprendido la realidad política e institucional italiana.

Pasolini fue además una voz aún más incómoda porque su honestidad y capacidad crítica no se vió mitigada por las consecuencias disciplinarias que la pertenencia a un grupo, el comunista, pudiera generar en su pensamiento.

El pensar de Pasolini es completamente libre y su sentido crítico no conoce fronteras ni territorios sagrados ante los que detenerse.

Una prueba concluyente de ello son estos "Escritos corsarios" que publucados en 1975 recogen las dispersas colaboraciones en medios escritos realizadas Pier Paolo Pasolini desde 1972.

En ellos Pasolini se posiciona, con brillantez e intuición, contra la sociedad de consumo, se posiciona contra el aborto, ataca a la iglesia y a la democracia cristiana, cuestiona la visión a largo plazo de sus camaradas comunistas y, lo que era fundamental para él, se declara a favor de una cultura campesina que el fascismo no pudo borrar pero que ha desaparecido bajo la totalizante sociedad de consumo...

Y todo desde una perspectiva clarividente, perspectiva a la que el tiempo está dando la razón en lo que tiene que ver con su crítica hacia el carácter totalizante y dictatorial de la sociedad de consumo, un sistema de dominación perfecto, tanto que quienes son dominados piensan que son libres.

Los "Escritos Corsarios" son una lectura brillante e imprescindible para conseguir algún día despertar en la celda transparente en la que todos y cada uno estamos confinados.




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