domingo, septiembre 15, 2013

“Se reconoció que si queremos tener una economía en expansión sobre la base de la producción en masa, no se puede negar la necesidad de consumo masivo de nuevos productos, y "por esta razón, la publicidad es obviamente esencial. Pero hay un dilema", explicó. "Estamos siendo arrastrados por un proceso que se está convirtiendo en un fin en sí mismo y que amenaza con abrumarnos .... Hay una pérdida de un sentido de la proporción en la vida cuando nos volvemos tan rápidamente insatisfechos con los modelos del año pasado.
 La profunda naturaleza del dilema fue claramente trazada, sin embargo, cuando se agregó: "No se trata de criticar a los que hacen los productos en cuestión o a los que los promueven y venden. Ellos y todos los que los consumen se encuentran atrapados en el mismo vórtice. Y este vórtice es tanto la sustancia de nuestra vida que es difícil de conseguir salir fuera de él el tiempo suficiente para observar y preguntar a dónde nos lleva todo esto.
Asimismo, el teólogo Reinhold Neibuhr tomó nota del dilema señalando que el problema de lograr un equilibrio satisfactorio en una economía de la abundancia resulta muy desconcertante. Y añadió que "estamos en peligro de desarrollar una cultura que está esclavizada a su proceso productivo, invirtiendo así la relación normal entre la producción y el consumo ".

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