sábado, octubre 19, 2013

Dos lecciones prácticas sobre el caso Bárcenas

Viendo las imágenes de la vista de la denuncia de la Secretaria General del Partido Popular, Maria Dolores de Cospedal, en salvaguarda de su honor, contra el ex-tesorero de su partido, Luis Bárcenas, dos reflexiones de índole práctica me han arrebatado la cabeza.

Las comparto con vosotros.

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Por un lado, y si pretendes montar una estructura ilegal de cualquier tipo, por favor, ten respeto por tu testaferro.

Si hay algo que caracteriza la posición del testaferro es el dilema posibilidad-oportunidad.

Los testaferros existen porque para todo en este mundo es precisa la fisicidad. Alguien siempre tiene que aparecer, hacer, deshacer, dar su nombre, firmar y los que tienen el poder de hacer que las cosas pasen precisan y exigen la presencia de una pantalla protectora si lo que quieren hacer puede tener problemas legales o de cualquier tipo.

Y para eso existen los hombres de paja, los testaferros para ser la primera, única y última linea de choque. Esto siempre desde la perspectiva de quienes les necesitan, pero desde la perspectiva del propio necesitado siempre hay un cálculo basado en el dilema posibilidad-oportunidad que se traduce en una simple pregunta: ¿la oportunidad que se me ofrece compensa la latente presencia de la posibilidad de tener que cargar con todo?

En el caso de Bárcenas la respuesta es afirmativa y su contenido se expresa en los millones de euros que tiene depositados por todo el mundo.

El testaferro asume el riesgo, es un arribista. No tiene una posición que mantener como aquellos que le necesitan sino una posición que construir y en este sentido la biografía de Bárcenas encaja con el perfil del arribista que sabe muy bien aprovechar sus oportunidad, cualidad que ha vuelto a demostrar en su impecable comparecencia judicial de esta semana.

En este sentido, nada que objetar a un picaro, salvo los argumentos morales habituales, pero empieza a resultar evidente que quienes les necesitaron han cometido muchos más errores además de los legales y morales habituales y el principal de todo es subestimar al testaferro y vivir en la tranquilidad, ignorando que el testaferro, si es listo, va a estar durante todo ese tiempo preparando su posibilidad de escape, reduciendo el impacto de esa posibilidad para incrementar aún más su oportunidad.

Empieza a resultar evidente que los burladores han sido burlados y que, en el peor de los casos para Barcenas, éste no va a caer solo. Porque si algo es Bárcenas es el burlado que, por el momento, se está volviendo burlador.

Y este es un tercer aspecto que añado al listado de grandes incompetencias de los hombres y mujeres del partido que nos gobierna:

- Deberían haber conocido la situación real del país especialmente si te pasas todos los días diagnosticando esa misma situación y criticando la posición del otro. Pero bajo ningún concepto puedes decir tranquilamente que te has llevado una sorpresa que te obliga a cambiar la política por la que fuiste votado, sin al menos disculparte. Si eso que has encontrado es tan importante como para cambiar tu programa electoral es que se trata de algo grande, lo suficientemente grande como para ser visto por alguien que dice tener el conocimiento que tiene y también lo suficientemente importante como para impedirte afirmar que conocías realmente la situación del país que aspirabas a gobernar.
- Deberían haber conocido la situación interior de su partido... en el caso de que fueran inocentes, y así gestionar de otra manera la situación de su tesorero corrupto... y cuando digo "otra manera" estoy pensando en cualquier otra que no les haga parecer culpables.
- Y por último, y de haber conocido la situación real de su partido... y por lo tanto ser corruptos... también debieran haber gestionado la situación del imprescindible testaferro, quizá debieran haberle vigilado mejor o gestionar algun mecanismo de control que un lector avezado puede encontrar en cualquier obra de John Le Carré.

La mala gestión de estos tres aspectos esenciales para su propia supervivencia profesional les incapacita a mi entender para gestionar no sólo sus propios asuntos sino también los nuestros.

Sólo la inercia del poder, los mecanismos de opinión pública, la falta de criterio y/o el cansancio de la gente ante una información confusa y obstusa, junto con los aduladores y clientelismos varios les mantienen donde están.

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Por otro lado, la segunda lección tiene que ver con esa manera tan rumbosa de gestionar los asuntos que tienen... La ausencia de errores, la negación de la la evidencia, la mentira asertiva, toda esa basura comunicativa que algunos llaman "neo lingua"... De esos lados, vienen estas aguas movedizas que cuando menos se lo espera terminan tragándose al político de turno, en este caso a Cospedal.

Porque las principales victimas de esa actitud son los propios políticos.

Decisiones tan inexplicables como las tomadas en la presentación de la candidatura de Madrid a las Olimpiadas o esta misma insensata demanda de Cospedal sólo encuentran explicación en el hecho de que quienes mienten todos los días acaban creyéndose sus propias mentiras, terminan atrapados en ellas.

Como decía Jung, uno acaba sacando afuera lo que tiene dentro y si lo que tienes dentro es pura mentira acabas viendola en el exterior, un exterior que siempre interpela y en el que puede que existan otras cosas, cosas que tengan mas peso o jerarquía, cosas como la incorruptibilidad, la verdad, la honestidad o algo tan básico como el sentido común.

Nuestros políticos ya esperan encontrar fuera toda la corrupción que llevan dentro. Y para su desgracia siempre hay un Marhuenda dispuesto a confirmarselo.

Pero el principal problema que subyace en todo ésto es que cuando te crees tus propias mentiras empiezas a moverte en el territorio del delirio.

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