viernes, enero 03, 2014

The americans

Todo un descubrimiento esta serie producida por Amblin Entertainment y Fox Television Studios.

"The americans" se remonta a la década de los ochentas del siglo pasado para contarnos las peripecias de Phillip y Elizabeth Jennings, un matrimonio de clase media norteamericano que en realidad son dos espías de la KGB, la policía secreta de la extinta Unión Soviética.

A lo largo de trece episodios se nos cuenta su día a día en las trincheras de la guerra fría en una época especialmente complicada para su bando. Los Estados Unidos, de la mano de Ronald Reagan su presidente, empezarán a asestar los golpes definitivos al rival soviético que terminarán acabando con la guerra fría a finales de esa misma década.

Los Jennings recopilarán información sobre la iniciativa estratégica de la guerra de las galaxias que no fue otra cosa que el esfuerzo por parte de los Estados Unidos por trasladar el enfrentamiento entre los dos bloques al espacio exterior en una escalada de poder tecnológico mas propagandística que otra cosa, pero que sin embargo surtió el efecto devastador buscado en los soviéticos.

Todo ello combinado con refriegas entre ambos bandos, acciones de espionaje y contraespionaje con la ciudad de Washington como escenario.

No obstante, lo más interesante para mi gusto de la serie es la parte psicológica en la que asistimos a una serie de tensiones que forman parte de la vida diaria de los Jennings.

Por un lado, el conflicto psicológico entre la ficción americana de sus entidades con la presunta realidad de su personalidad rusa, y especialmente el modo en que aquella tiende a volverse real después de quince años viviendo la tapadera de una familia norteamericana de clase media las 24 horas del día.

Un conflicto que se manifiesta en la materialización del amor que Phillip y Elizabeth dicen sentir el uno por el otro como marido y mujer que son. Amor que, como consecuencia de su trabajo, se convertirá en una montaña rusa que añade tensión emocional a su diario trabajo de espías.

Por otro, la sensación de melancolía, de inercia que transmite el lado soviético y especialmente el general Zhukov, superior jerárquico máximo de los Jennings, cuyo personaje define un contexto de triste agotamiento y pérdida de sentido de una lucha en la que los protagonistas se hayan implicados en primera línea e implicados todavía al 100%.

Esta, por así decirlo, melancolía introspectiva reproduce en algunos momentos esa atmósfera tan atractiva y tan propia de los personajes del mejor Le Carré burocraticamente entregados a una causa que ya ha perdido demasiado sentido, aunque sólo sea como consecuencia del desgaste del tiempo.

Melancolía que se convierte en la guinda dramática que corona todo lo que rodea la secreta misión de los Jennings en el corazón del territorio enemigo... y todo sin que sus dos hijos se enteren.

La segunda temporada está ya en marcha.

Muy recomendable.






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