Dirigida en 1973 por John Flynn, "The Outfit" es un thriller pragmático, directo y eficaz.
Basada en una de las novelas que el gran autor de novela negra y policíaca Donald Westlake escribió bajo el seudónimo de Richard Stark, novelas que en su mayoría protagoniza el personaje de Parker, un criminal de poca monta caracterizado por la falta de escrúpulos y la eficacia a partes iguales, "The Outfit" recupera a Parker bajo el nombre de Macklin ya que Westlake/Stark nunca permitió que se usase el nombre de su personaje en las películas basadas en historias que protagonizaba.
Macklin Robert Duvall) sale de la cárcel para descubrir que su hermano ha sido asesinado por los esbirros de una poderosa organización criminal cuyos intereses atacaron con un robo que ambos llevaron a cabo. Buscando un castigo ejemplarizante que infunda miedo y respeto en el mundo del hampa, Mailer (Robert Ryan), el máximo responsable de la organización criminal, dictará una sentencia de muerte que se extiende a Macklin, pero este empezará a mostrar que es un rival demasiado serio para la organización criminal y sus esbirros.
Macklin se enfrentará a la organización en una calculada venganza que buscará vengar la muerte de su hermano.
El resultado es una road movie que hasta cierto punto participa de temas muy peckinpahianos como el paso del tiempo sobre la obstinación por ser como se es, aspecto que se transforma en un carácter, en una individualidad impasible ante la mayor o menor complicación de las circunstancias que rodean al personaje.
Sin pararse a pensar demasiado en la conveniencia de sus actos, Macklin actúa conforme a lo que le dicta su peculiar código moral enfrentándose a lo que es una poderosa y compleja organización criminal.
En este sentido, la historia reproduce un tema que subyace en el imaginario simbólico de las historias del cine americano: la tensión entre el individuo todopoderoso sobre el que se funda el mito de lo americano con el hombre organización y su realidad del capitalismo industrial.
Los tiempos han cambiado y ya parece no haber lugar para los individualistas como Macklin.
El individuo se pliega a las necesidades de los sistemas y no se enfrenta a ellos porque parece ser de sentido común la afirmación de que el grupo es más fuerte que el individuo.
No obstante, en "The Outfit", Westlake/Stark realiza la fantasía de una cabalgada loca y final de un recalcitrante individuo que en su obstinación consigue imponerse a los dictados de un sistema, de una organización.
Todavía son posibles los héroes y aunque Macklin sea tan brutal, asesino y criminal como la organización a la que se enfrenta uno no puede evitar ponerse de su lado. Seguramente porque con su medida y calculada venganza, Macklin realiza esa fantasía de poder que le convierte en un héroe ante nuestros ojos.
"The Outfit" es una de esas películas olvidadas que siempre da gusto recuperar.
Fantástica.
Basada en una de las novelas que el gran autor de novela negra y policíaca Donald Westlake escribió bajo el seudónimo de Richard Stark, novelas que en su mayoría protagoniza el personaje de Parker, un criminal de poca monta caracterizado por la falta de escrúpulos y la eficacia a partes iguales, "The Outfit" recupera a Parker bajo el nombre de Macklin ya que Westlake/Stark nunca permitió que se usase el nombre de su personaje en las películas basadas en historias que protagonizaba.
Macklin Robert Duvall) sale de la cárcel para descubrir que su hermano ha sido asesinado por los esbirros de una poderosa organización criminal cuyos intereses atacaron con un robo que ambos llevaron a cabo. Buscando un castigo ejemplarizante que infunda miedo y respeto en el mundo del hampa, Mailer (Robert Ryan), el máximo responsable de la organización criminal, dictará una sentencia de muerte que se extiende a Macklin, pero este empezará a mostrar que es un rival demasiado serio para la organización criminal y sus esbirros.
Macklin se enfrentará a la organización en una calculada venganza que buscará vengar la muerte de su hermano.
El resultado es una road movie que hasta cierto punto participa de temas muy peckinpahianos como el paso del tiempo sobre la obstinación por ser como se es, aspecto que se transforma en un carácter, en una individualidad impasible ante la mayor o menor complicación de las circunstancias que rodean al personaje.
Sin pararse a pensar demasiado en la conveniencia de sus actos, Macklin actúa conforme a lo que le dicta su peculiar código moral enfrentándose a lo que es una poderosa y compleja organización criminal.
En este sentido, la historia reproduce un tema que subyace en el imaginario simbólico de las historias del cine americano: la tensión entre el individuo todopoderoso sobre el que se funda el mito de lo americano con el hombre organización y su realidad del capitalismo industrial.
Los tiempos han cambiado y ya parece no haber lugar para los individualistas como Macklin.
El individuo se pliega a las necesidades de los sistemas y no se enfrenta a ellos porque parece ser de sentido común la afirmación de que el grupo es más fuerte que el individuo.
No obstante, en "The Outfit", Westlake/Stark realiza la fantasía de una cabalgada loca y final de un recalcitrante individuo que en su obstinación consigue imponerse a los dictados de un sistema, de una organización.
Todavía son posibles los héroes y aunque Macklin sea tan brutal, asesino y criminal como la organización a la que se enfrenta uno no puede evitar ponerse de su lado. Seguramente porque con su medida y calculada venganza, Macklin realiza esa fantasía de poder que le convierte en un héroe ante nuestros ojos.
"The Outfit" es una de esas películas olvidadas que siempre da gusto recuperar.
Fantástica.
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