Al final....

Al final, constantemente, todos los días, hay gente haciendo negocios y ganando dinero.
Y la democracia es posible mientras no interrumpa o dificulte esta fundamental labor de hacer negocios y ganar dinero... o mientras forme parte de ella como libertad para decidir qué comprar.
El más abyecto de los mundos se oculta tras la hermosa pantalla de la libertad que no es más que un fantasma cuya presencia se invoca cuando es necesaria

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