Si alguien tiene alguna duda de que James Gray es uno de los directores más importantes del cine norteamericano en su vertiente más alejada de lo industrial, la visión del último plano de esta "The Immigrant" debiera disipar todas sus dudas.
El cine de Gray es un cine adulto, energético, basado en la complejidad de las relaciones humanas y que suele usar a la familia, esa fábrica de tullidos, como punto de partida para contar sus historias.
"The immigrant" es la primera película de época de Gray.
Sin abandonar esa Nueva York donde suceden sus películas, Gray sitúa su historia a principios del pasado siglo XX.
A la isla de Ellis llegan dos hermanas polacas inmigrantes. Ewa y Magda. Sin saberlo se convertirán en victimas de Bruno, un chulo que busca chicas nuevas para su espectáculo picantón que es una tapadera para ejercer la prostitución.
Con el reclamo de ganar dinero para salvar a su hermana Magda, retenida en el hospicio de Ellis por ser tuberculoso, Bruno (Joaquin Phoenix) abusará de la inocente y tímida Ewa (Marion Cotillard) quién sólo está guiada por el sentimiento altruista de recuperar a su hermana.
La pureza de Ewa ejercerá una tremenda fascinación en Bruno, quién perdido en el mezquino día a día que le presenta la cruel y casi animal supervivencia en las calles de Nueva York intentará lidiar con las emociones que despierta en su dormido corazón.
Todo se complicará con la aparición de Emil (Jeremy Renner), un primo de Bruno.
La presencia de Ewa será un elemento decisivo a la hora de resolver la compleja relación de competencia y enfrentamiento que ambos mantienen.
Emil parece haber resuelto mejor esa necesidad de sobrevivir a ese entorno duro y mezquino en el que ambos han vivido siempre, aspecto que Bruno detesta por encima de todo.
"The immigrant" es una película compleja y rica en la que dentro de un abyecto paisaje dickensiano de lucha casi animal por la supervivencia, Gray nos muestra el efecto destructor que la belleza tiene entre aquellos que, debido a sus difíciles condiciones materiales de existencia, no pueden permitirsela.
Para Bruno y Emil, Ewa será ese trofeo que ambos se disputarán sin darse cuenta de que al mismo tiempo les está destruyendo.
En este sentido, el personaje de Bruno, interpretado por Joaquin Phoenix con su talento para expresar la volatilidad emocional de los extremos, es un personaje maravilloso con la perplejidad que le producen las emociones que Ewa le despierta como un veneno.
Pero, y por encima de Bruno, está el personaje de Ewa que Marion Cotillard se viste como un guante. Intacto y poderoso en su afán altruista de recuperar a su hermana contra un mundo duro y difícil que parece estar en su contra, Ewa se sobrepondrá a mil y un reveses asediada por el egoísta deseo de Bruno y Emil que se la disputarán como una prenda mientras, cada uno a su manera, intentan aprovecharse de su desvalimiento.
Al final, "The Immigrant" pone ante los ojos del espectador ese misterio que el viejo Stephan Hessel descubrió durante su estancia en los campos de concentración nazis: los más fuertes, los que sobreviven son aquellos que se las arreglan para no perder la esperanza.
Es bueno reconocer la realidad en la que uno se encuentra, pero no es tan bueno dejarse dominar por ella.
No basta la realidad, cuando es adversa.
Magnífica.
El cine de Gray es un cine adulto, energético, basado en la complejidad de las relaciones humanas y que suele usar a la familia, esa fábrica de tullidos, como punto de partida para contar sus historias.
"The immigrant" es la primera película de época de Gray.
Sin abandonar esa Nueva York donde suceden sus películas, Gray sitúa su historia a principios del pasado siglo XX.
A la isla de Ellis llegan dos hermanas polacas inmigrantes. Ewa y Magda. Sin saberlo se convertirán en victimas de Bruno, un chulo que busca chicas nuevas para su espectáculo picantón que es una tapadera para ejercer la prostitución.
Con el reclamo de ganar dinero para salvar a su hermana Magda, retenida en el hospicio de Ellis por ser tuberculoso, Bruno (Joaquin Phoenix) abusará de la inocente y tímida Ewa (Marion Cotillard) quién sólo está guiada por el sentimiento altruista de recuperar a su hermana.
La pureza de Ewa ejercerá una tremenda fascinación en Bruno, quién perdido en el mezquino día a día que le presenta la cruel y casi animal supervivencia en las calles de Nueva York intentará lidiar con las emociones que despierta en su dormido corazón.
Todo se complicará con la aparición de Emil (Jeremy Renner), un primo de Bruno.
La presencia de Ewa será un elemento decisivo a la hora de resolver la compleja relación de competencia y enfrentamiento que ambos mantienen.
Emil parece haber resuelto mejor esa necesidad de sobrevivir a ese entorno duro y mezquino en el que ambos han vivido siempre, aspecto que Bruno detesta por encima de todo.
"The immigrant" es una película compleja y rica en la que dentro de un abyecto paisaje dickensiano de lucha casi animal por la supervivencia, Gray nos muestra el efecto destructor que la belleza tiene entre aquellos que, debido a sus difíciles condiciones materiales de existencia, no pueden permitirsela.
Para Bruno y Emil, Ewa será ese trofeo que ambos se disputarán sin darse cuenta de que al mismo tiempo les está destruyendo.
En este sentido, el personaje de Bruno, interpretado por Joaquin Phoenix con su talento para expresar la volatilidad emocional de los extremos, es un personaje maravilloso con la perplejidad que le producen las emociones que Ewa le despierta como un veneno.
Pero, y por encima de Bruno, está el personaje de Ewa que Marion Cotillard se viste como un guante. Intacto y poderoso en su afán altruista de recuperar a su hermana contra un mundo duro y difícil que parece estar en su contra, Ewa se sobrepondrá a mil y un reveses asediada por el egoísta deseo de Bruno y Emil que se la disputarán como una prenda mientras, cada uno a su manera, intentan aprovecharse de su desvalimiento.
Al final, "The Immigrant" pone ante los ojos del espectador ese misterio que el viejo Stephan Hessel descubrió durante su estancia en los campos de concentración nazis: los más fuertes, los que sobreviven son aquellos que se las arreglan para no perder la esperanza.
Es bueno reconocer la realidad en la que uno se encuentra, pero no es tan bueno dejarse dominar por ella.
No basta la realidad, cuando es adversa.
Magnífica.
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