Es peor película de lo que parece "Unbroken".
Demasiado ocupada en mostrar las sucesivas peripecias por las que Zamperini, el protagonista, se ve obligado a vivir a lo largo de la Segunda Guerra Mundial y no tanto en la profundización psicológica que debería mostrar la forja de ese carácter que ni los japoneses ni las circunstancias pudieron doblegar.
Teniendo en cuenta este aspecto, "Unbroken" se me queda un poco corta de miras, demasiado superficial, centrada en el sensacionalismo de los diferentes episodios, convertida en un "tour de force" de desgracias que bien pudiera presentar Jorge Javier Vazquez.
Pero me faltan los "porqués".
La excelencia de "Unbroken" hubiera estado en su capacidad para mostrar esa diferencia que se establece entre los que no se abandonan a un destino que parece escrito y los que sí lo hacen.
Sin embargo, en "Unbroken", mientras otros no lo consiguen, Zamperini sobrevive y aguanta porque sí, porque es el protagonista de una historia basada en hechos reales en la que su protagonista sobrevive. Y no diría nada si precisamente uno de los puntos fuertes de la historia no fuese relevante el hecho de que en la supervivencia de Zamperini intervienen otros factores además de la inevitable suerte, elementos que le hacen irrompible como expresa de manera inequívoca el titulo original de esa película.
Todo esto brilla por su ausencia a lo largo de toda la película que confunde la plana ilustración que suponen los apuntes meramente biográficos con los matices intimistas que añaden siempre a lo meramente descriptivo que es lo biográfico la profundización psicológica que da cuenta de la forja de un carácter que posteriormente será puesto a prueba.
Probablemente, en algún momento, alguien pensó que dedicar espacio narrativo a la profundización psicológica supondría una mayor duración de la película o una disminución del peso del sensacionalismo dentro del producto manteniendo la duración y "Unbroken" quedó así: de impecable factura en su salto de drama en drama que Zamperini realiza a lo largo y ancho del Pacífico pero con unos pies de barro que hacen que la película no termine de traspasar, de llegar demasiado lejos en la mirada del espectador.
Al final, "Unbroken" se traiciona a sí misma trivializando la excepcionalidad de la supervivencia de Zamperini.
Aceptable.
Demasiado ocupada en mostrar las sucesivas peripecias por las que Zamperini, el protagonista, se ve obligado a vivir a lo largo de la Segunda Guerra Mundial y no tanto en la profundización psicológica que debería mostrar la forja de ese carácter que ni los japoneses ni las circunstancias pudieron doblegar.
Teniendo en cuenta este aspecto, "Unbroken" se me queda un poco corta de miras, demasiado superficial, centrada en el sensacionalismo de los diferentes episodios, convertida en un "tour de force" de desgracias que bien pudiera presentar Jorge Javier Vazquez.
Pero me faltan los "porqués".
La excelencia de "Unbroken" hubiera estado en su capacidad para mostrar esa diferencia que se establece entre los que no se abandonan a un destino que parece escrito y los que sí lo hacen.
Sin embargo, en "Unbroken", mientras otros no lo consiguen, Zamperini sobrevive y aguanta porque sí, porque es el protagonista de una historia basada en hechos reales en la que su protagonista sobrevive. Y no diría nada si precisamente uno de los puntos fuertes de la historia no fuese relevante el hecho de que en la supervivencia de Zamperini intervienen otros factores además de la inevitable suerte, elementos que le hacen irrompible como expresa de manera inequívoca el titulo original de esa película.
Todo esto brilla por su ausencia a lo largo de toda la película que confunde la plana ilustración que suponen los apuntes meramente biográficos con los matices intimistas que añaden siempre a lo meramente descriptivo que es lo biográfico la profundización psicológica que da cuenta de la forja de un carácter que posteriormente será puesto a prueba.
Probablemente, en algún momento, alguien pensó que dedicar espacio narrativo a la profundización psicológica supondría una mayor duración de la película o una disminución del peso del sensacionalismo dentro del producto manteniendo la duración y "Unbroken" quedó así: de impecable factura en su salto de drama en drama que Zamperini realiza a lo largo y ancho del Pacífico pero con unos pies de barro que hacen que la película no termine de traspasar, de llegar demasiado lejos en la mirada del espectador.
Al final, "Unbroken" se traiciona a sí misma trivializando la excepcionalidad de la supervivencia de Zamperini.
Aceptable.
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