domingo, enero 25, 2015

Corrupción

Los hechos están ahí.

Si alguien tiene alguna duda sobre el carácter sistémico de la corrupción del sistema generado por el régimen constitucional del 78, sólo hay que fijarse en el modo en que los players tradicionales están combatiendo la perturbadora aparición de Podemos en el status quo bipartidista.

En pocas palabras el objetivo es el descrédito, mostrar que la gente de Pòdemos en absoluto son la excepción que dicen ser.

El objetivo es demostrar que son igual que todos, tan mentirosos y corruptos como todos por supuesto.

Subordinarlos por las buenas o por las malas a la regla y esa regla es la corrupción.

Un mensaje cínico y desesperado que no debería tener recorrido en una opinión pública formada por personas con criterio.

Y en ese mundo perfecto de personas con criterio sería la totalidad de la política quién tendría que salir perdiendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario