Trepidante y truculenta.
"I saw the devil" es una de esas películas que te llevan a pensar si "gustar" es el término adecuado para expresar una valoración.
Básicamente, la película nos cuenta un tremendo choque de trenes.
Para empezar tenemos a un desalmado y violento asesino en serie que se dedica a secuestrar, violar y descuartizar mujeres, magnificamente encarnado por el fantástico Min-sik Choi. La película empieza con el descarnado asesinato de la última de sus victimas y es aquí cuando la historia cobra un inesperado giro puesto que la mujer es la pareja de un agente de gobierno que poco a poco se revelará como una suerte de implacable y violento James Bond coreano.
A partir de entonces "I saw the devil" se convierte en un tremendo "tour de force", un sádico juego de caza en el que el agente se dedicará a perseguir al asesino buscando infringirle un imposible daño mayor que la muerte.
Este juego además se llevará por delante todo lo que encuentre a su paso en un bestial proceso de animalización en el que al final sólo podrá quedar en pie uno de los dos.
Todas las películas de venganzas que has visto se quedarán cortas si las comparas con esta "I saw the devil".
Siempre se ha hablado de los americanos, pero, no se, los coreanos y, en general, los orientales tienen una relación muy especial, casi natural, con la violencia, muy -por así decirlo- naturalista que convierte todas sus historias que recurren a ella en poderosos espectáculos sobrecogedores en el que la carne acuchillada y los huesos machacados siempre suenan de una manera muy real.
Y eso que su tradición cultural es la budista.
Pero esa es otra historia de la que no estoy lo suficientemente preparado como para tener una opinión.
En cualquier caso, "I saw the devil" es una muy buena película que empieza lentamente y que poco a poco va cogiendo una enloquecida velocidad que terminará dejándote con la boca abierta y con alguna salpicadura de sangre en la camisa.
Muy recomendable.
"I saw the devil" es una de esas películas que te llevan a pensar si "gustar" es el término adecuado para expresar una valoración.
Básicamente, la película nos cuenta un tremendo choque de trenes.
Para empezar tenemos a un desalmado y violento asesino en serie que se dedica a secuestrar, violar y descuartizar mujeres, magnificamente encarnado por el fantástico Min-sik Choi. La película empieza con el descarnado asesinato de la última de sus victimas y es aquí cuando la historia cobra un inesperado giro puesto que la mujer es la pareja de un agente de gobierno que poco a poco se revelará como una suerte de implacable y violento James Bond coreano.
A partir de entonces "I saw the devil" se convierte en un tremendo "tour de force", un sádico juego de caza en el que el agente se dedicará a perseguir al asesino buscando infringirle un imposible daño mayor que la muerte.
Este juego además se llevará por delante todo lo que encuentre a su paso en un bestial proceso de animalización en el que al final sólo podrá quedar en pie uno de los dos.
Todas las películas de venganzas que has visto se quedarán cortas si las comparas con esta "I saw the devil".
Siempre se ha hablado de los americanos, pero, no se, los coreanos y, en general, los orientales tienen una relación muy especial, casi natural, con la violencia, muy -por así decirlo- naturalista que convierte todas sus historias que recurren a ella en poderosos espectáculos sobrecogedores en el que la carne acuchillada y los huesos machacados siempre suenan de una manera muy real.
Y eso que su tradición cultural es la budista.
Pero esa es otra historia de la que no estoy lo suficientemente preparado como para tener una opinión.
En cualquier caso, "I saw the devil" es una muy buena película que empieza lentamente y que poco a poco va cogiendo una enloquecida velocidad que terminará dejándote con la boca abierta y con alguna salpicadura de sangre en la camisa.
Muy recomendable.
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