domingo, febrero 01, 2015

The Leftovers

No me sorprende que Damon Lindelof, creador y guionista de "Lost" junto con el cuántico J.J. Abrams, pusiese sus ojos en "The Leftovers" el libro de Tom Perrotta.para intentar mantenerse en la línea de éxito..

Del mismo modo que en "Lost" los personajes que protagonizan la historia que nos cuenta "The Leftovers" se ven sometidos a los rigores que provoca una situación excepcional.

En este caso, todo es mas heavy puesto que en "Lost" la serie se movía buscando dar razón del misterio de la isla, pero en "The Leftovers" Lindelof deja de lado cualquier intento de dar una explicación centrándose en el efecto que sobre los personajes y sus relaciones tiene el padecimiento que cada uno de ellos sufre de esa situación excepcional.

En "The Leftovers" queda totalmente fuera de foco la indagación en el misterio que ha producido la desaparición repentina y en apariencia azarosa del 2% de la humanidad.

Sólo queda el duelo, el modo diferente con que cada uno de los personajes lo procesa y la manera en que este duelo afecta a su visión del estado de las cosas que compone su vida..

Y sí, no es una comedia.

Nada hay más alejado en la comedia que "The leftovers" que en todo momento rezuma una intensidad oscura consecuencia del inevitable duelo con que debe ser procesado un increíble trauma que pone a prueba esa zona de confortabilidad que configura nuestra percepción más esencial de la realidad y según ella las personas no desaparecen en masa.

Como para volverse loco, ¿no?

Pues este justo es el contenido de "The leftovers": el modo en que la gente intenta no volverse loca o la manera en que se vuelve loca intentando mantenerse cuerda o simplemente, el modo en que algunos se dejan llevar por la locura.

Y parece que no, pero sí.

"The Leftovers" se las arregla para resultar interesante del mismo modo que se las arreglaba "Lost" llevando al extremo algo bastante extremo de por sí.

No obstante, el final no resulta demasiado prometedor. Nada de cliffhanger, Un final demasiado poco sexy, que no está a la altura de todo lo que ha sucedido, como si las ideas se hubieran agotado justo antes de llegar al momento más importante.

Y la verdad es que me ha dejado un poco frío un final que me parece claudicador ante el drama que durante diez capítulos ha desventrado literalmente a los personajes, una suerte de acojonado pasa atrás que abre la posibilidad a la esperanza.

¿Y quién quiere ver cómo las cosas les van bien a los personajes de "The Leftovers", el primer reality de ficción?

Y además está la música de Max Richter colaborando de manera puntual y eficiente a espesar con belleza el dramático absurdo que se nos muestra.

Interesante.










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