"Tierra y Libertad" me produce un sentimiento contradictorio.
Me gusta lo que se nos cuenta, pero en absoluto me gusta la manera en que Ken Loach lo cuenta.
Excesivamente dependiente de un par de secuencias poderosas, la conquista del pueblo por parte de la milicia del POUM y la rendición de esta misma a las fuerzas republicanas; "Tierra y Libertad" muestran las limitaciones para mi gusto de Ken Loach como cineasta.
Basada en las experiencias del escritor George Orwell en el frente aragonés de nustra guerra civil posteriormente reflejadas en su libro "Homenaje a Cataluña", "Tierra y Libertad" nos cuenta la pequeña guerra civil entre comunistas y libertarios y anarquistas que tuvo lugar en el bando republicano.
A través del personaje que la protagoniza, David Carr, "Tierra y Libertad" nos cuenta la experiencia de la guerra civil desde una perspectiva eminentemente de izquierda, algo que ha brillado por su ausencia en los proyectos sobre nuestra guerra llevados a las pantallas.
Y esto es lo que más me gusta.
El altruismo que conduce al alistamiento, el sentimiento comunitario y fraternal de todos los que luchan en el frente, el idealismo de esa reunión con los vecinos en el pueblo conquistado a los fascistas y los inevitables conflictos y contradicciones que llevaron a la depuración de todos aquellos que no siguieran la línea soviética.
Todas estas cosas están ahí, puestas en la pantalla para ser vistas por primera vez y para atisbar la posibilidad de la existencia de otras voces alejadas de lo que viene a ser la versión oficial de la historia de la Guerra Civil.
No obstante, lo están de modo desigual, a veces desordenado, no siempre explotado hasta el máximo de sus posibilidades especialmente todas las secuencias del frente donde todo resulta demasiado frío, demasiado protagonizado por los discursos que pronuncian los personajes, como si los discursos fuesen más importantes que los propios personajes y Loach no tuviese paciencia para que lo que se dice pudiese mostrarse con más verdad a través de las acciones.
Este es para mi el más grave defecto del cine de ,Loach: su carácter panfletario.
En el peor cine de Loach los discursos fagocitan a los personajes quedando reducidos estos a meros soportes necesarios de algo que hay que decir.
No hay paciencia para que la historia se desenvuelva, hable por sí misma sino que la historia evoluciona a golpe de palabra, a golpe de discurso
El espectador nunca descubre por sí mismo, es Loach quien le dice lo que debe pensar, lo que debe mirar,
Y todo termina por tener un punto forzado y artificial que resulta un tanto incómodo.
En este sentido, y fuera de España, y por razones obvias, no creo que "Tierra y Libertad" esté entre las mejores películas de Loach.
Lo poco frecuente del tema que toca, su carácter de ·rara avis", juega en su favor porque, y entre otras cosas, no terminan de quedar demasiado claras las razones de Carr para abandonar el Partido Comunista ni tampoco la manera en que él y Blanca se enamoran. Casi nada. Como si lo más importante sucediera fuera de cámara.
Pese a sus evidentes imperfecciones, "Tierra y Libertad" tiene el encanto de lo único,.encanto que lleva al espectador a confundir la satisfacción que le produce escuchar voces que le son afines con la calidad de la historia que se las trae.
Aceptable.
Me gusta lo que se nos cuenta, pero en absoluto me gusta la manera en que Ken Loach lo cuenta.
Excesivamente dependiente de un par de secuencias poderosas, la conquista del pueblo por parte de la milicia del POUM y la rendición de esta misma a las fuerzas republicanas; "Tierra y Libertad" muestran las limitaciones para mi gusto de Ken Loach como cineasta.
Basada en las experiencias del escritor George Orwell en el frente aragonés de nustra guerra civil posteriormente reflejadas en su libro "Homenaje a Cataluña", "Tierra y Libertad" nos cuenta la pequeña guerra civil entre comunistas y libertarios y anarquistas que tuvo lugar en el bando republicano.
A través del personaje que la protagoniza, David Carr, "Tierra y Libertad" nos cuenta la experiencia de la guerra civil desde una perspectiva eminentemente de izquierda, algo que ha brillado por su ausencia en los proyectos sobre nuestra guerra llevados a las pantallas.
Y esto es lo que más me gusta.
El altruismo que conduce al alistamiento, el sentimiento comunitario y fraternal de todos los que luchan en el frente, el idealismo de esa reunión con los vecinos en el pueblo conquistado a los fascistas y los inevitables conflictos y contradicciones que llevaron a la depuración de todos aquellos que no siguieran la línea soviética.
Todas estas cosas están ahí, puestas en la pantalla para ser vistas por primera vez y para atisbar la posibilidad de la existencia de otras voces alejadas de lo que viene a ser la versión oficial de la historia de la Guerra Civil.
No obstante, lo están de modo desigual, a veces desordenado, no siempre explotado hasta el máximo de sus posibilidades especialmente todas las secuencias del frente donde todo resulta demasiado frío, demasiado protagonizado por los discursos que pronuncian los personajes, como si los discursos fuesen más importantes que los propios personajes y Loach no tuviese paciencia para que lo que se dice pudiese mostrarse con más verdad a través de las acciones.
Este es para mi el más grave defecto del cine de ,Loach: su carácter panfletario.
En el peor cine de Loach los discursos fagocitan a los personajes quedando reducidos estos a meros soportes necesarios de algo que hay que decir.
No hay paciencia para que la historia se desenvuelva, hable por sí misma sino que la historia evoluciona a golpe de palabra, a golpe de discurso
El espectador nunca descubre por sí mismo, es Loach quien le dice lo que debe pensar, lo que debe mirar,
Y todo termina por tener un punto forzado y artificial que resulta un tanto incómodo.
En este sentido, y fuera de España, y por razones obvias, no creo que "Tierra y Libertad" esté entre las mejores películas de Loach.
Lo poco frecuente del tema que toca, su carácter de ·rara avis", juega en su favor porque, y entre otras cosas, no terminan de quedar demasiado claras las razones de Carr para abandonar el Partido Comunista ni tampoco la manera en que él y Blanca se enamoran. Casi nada. Como si lo más importante sucediera fuera de cámara.
Pese a sus evidentes imperfecciones, "Tierra y Libertad" tiene el encanto de lo único,.encanto que lleva al espectador a confundir la satisfacción que le produce escuchar voces que le son afines con la calidad de la historia que se las trae.
Aceptable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario