Lo más interesante del video de Rajoy son todos los errores de comunicación y realización que la periodista Carmela Ríos desgrana con acierto en un artículo en El Mundo de hoy.
El resumen de todos esos errores es, a mi entender, que Rajoy ya no nos habla desde un plasma. Nos habla desde un búnker.
Y en este sentido la verdad se impone sobre la mentira escenificada y recitada. Rajoy parece Saddam Hussein, encerrado en su despacho, parapetado detrás de su mesa, viviendo el blanco y negro del estar conmigo o contra mi.
En ese contexto ha tenido tiempo para dedicarnos cinco minutos para mentirnos otro poquito más antes de volver a su miserable día a día de siempre.
La lucha por el poder es lo más importante de la política actual. La gestión de la sociedad se entiende siempre de manera dependiente a esta lucha, que es lo esencial.
La lucha por el poder no tiene colores. Sucede en un duro y sucio blanco y negro de interior que bien podría fotografiar Raoul Coutard.
El resumen de todos esos errores es, a mi entender, que Rajoy ya no nos habla desde un plasma. Nos habla desde un búnker.
Y en este sentido la verdad se impone sobre la mentira escenificada y recitada. Rajoy parece Saddam Hussein, encerrado en su despacho, parapetado detrás de su mesa, viviendo el blanco y negro del estar conmigo o contra mi.
En ese contexto ha tenido tiempo para dedicarnos cinco minutos para mentirnos otro poquito más antes de volver a su miserable día a día de siempre.
La lucha por el poder es lo más importante de la política actual. La gestión de la sociedad se entiende siempre de manera dependiente a esta lucha, que es lo esencial.
La lucha por el poder no tiene colores. Sucede en un duro y sucio blanco y negro de interior que bien podría fotografiar Raoul Coutard.
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