No hubiera tenido el Movimiento Dogma la repercusión pública que tuvo allá, a mediados de la década de los noventas, de no haber estado implicado en sus orígenes el nombre del director Lars von Trier y el titulo de esta película: "Celebración", precisamente la primera película de este movimiento,
Su propósito de combatir la elaboración del cine más comercial con una vuelta a una suerte de enfoque artesano primigenio que encontraba su referente a esa cámara en mano de Truffaut y Godard, los maestros de la nouvelle vague no tuvo demasiado recorrido.
En un momento el que cine norteamericano con presencia industrial, bien desde el marco independiente, bien desde el marco de lo estrictamente mainstream, colonizaba las pantallas europeas, la propuesta dogma suponía una especie de bunkerización de la sensibilidad europea cinematográfica basada en una radicalización de esa sensibilidad que buscaba un acabado crudo, diametralmente opuesto al elaborado acabado de los productos industriales, en el que los polos de atracción debieran ser la sensación realista basada en lo documental y el poder de las historias que se cuentan,
En este sentido, no estoy seguro de qué fue primero: si el movimiento Dogma o "Celebración", su primera película.
En cualquier caso, "Celebración" es una película extraordinaria que por sí sola garantiza la continuidad del movimiento Dogma en el tiempo, si quiera como recuerdo.
Lo que nos muestra "Celebración" es el cuestionamiento de la figura patriarcal por parte de uno de los hijos, precisamente en el momento de mayor esplendor de aquel: en una reunión familiar con motivo de su sesenta cumpleaños en el que toda la familia se reúne a rendir pleitesía al monarca absoluto.
En pleno banqueta, y con la mayor naturalidad del mundo, Christian acusará a Helge de haber abusado sexualmente de él y de una hermana muerta a lo largo de toda su infancia.
Esta escena brutal desde su naturalidad y transparencia supone un punto de ruptura narrativo.
Si hasta entonces "Celebración" había transcurrido por un cauce tranquilo de descripción de un variado entorno de personajes, historias y situaciones, desde la confesión de Christian la película caerá en una vertiginosa cuesta abajo en el que hasta la violencia tendrá lugar.
En este proceso, Christian encontrará un aliado en los empleados de la casa, que harán todo lo posible en desenmascarar el patriarca, aspecto que hace que la política tenga un interesante eje político en el que el esfuerzo por la verdad se sitúa abajo, con los empleados, y el esfuerzo por negarla o enmascararla se sitúa arriba, con los miembros de la familia.
Son memorables lo momentos en que todos los familiares intentan hacer como si Christian no hubiera dicho nada, momentos que terminan en violencia cuando Christian persiste y rechaza entender el mensaje de callar e ignorar.
"Celebración" es una película admirable, rica, inteligente y lo que es más importante, no escrita por un padre sino por un hijo, por un oprimido por un orden injusto.
Y es este para mi gusto su mayor atractivo.
Al final siempre priva el punto de vista de los padres y a los padres, no se por qué, se les termina perdonando todo,,, aunque sea con el silencio y el olvido.
Sobre el oprimido siempre cae la responsabilidad de entender, de perdonar, de hacer como su nada hubiera sucedido.
También hay política en los entornos familiares.
Brillante.
Su propósito de combatir la elaboración del cine más comercial con una vuelta a una suerte de enfoque artesano primigenio que encontraba su referente a esa cámara en mano de Truffaut y Godard, los maestros de la nouvelle vague no tuvo demasiado recorrido.
En un momento el que cine norteamericano con presencia industrial, bien desde el marco independiente, bien desde el marco de lo estrictamente mainstream, colonizaba las pantallas europeas, la propuesta dogma suponía una especie de bunkerización de la sensibilidad europea cinematográfica basada en una radicalización de esa sensibilidad que buscaba un acabado crudo, diametralmente opuesto al elaborado acabado de los productos industriales, en el que los polos de atracción debieran ser la sensación realista basada en lo documental y el poder de las historias que se cuentan,
En este sentido, no estoy seguro de qué fue primero: si el movimiento Dogma o "Celebración", su primera película.
En cualquier caso, "Celebración" es una película extraordinaria que por sí sola garantiza la continuidad del movimiento Dogma en el tiempo, si quiera como recuerdo.
Lo que nos muestra "Celebración" es el cuestionamiento de la figura patriarcal por parte de uno de los hijos, precisamente en el momento de mayor esplendor de aquel: en una reunión familiar con motivo de su sesenta cumpleaños en el que toda la familia se reúne a rendir pleitesía al monarca absoluto.
En pleno banqueta, y con la mayor naturalidad del mundo, Christian acusará a Helge de haber abusado sexualmente de él y de una hermana muerta a lo largo de toda su infancia.
Esta escena brutal desde su naturalidad y transparencia supone un punto de ruptura narrativo.
Si hasta entonces "Celebración" había transcurrido por un cauce tranquilo de descripción de un variado entorno de personajes, historias y situaciones, desde la confesión de Christian la película caerá en una vertiginosa cuesta abajo en el que hasta la violencia tendrá lugar.
En este proceso, Christian encontrará un aliado en los empleados de la casa, que harán todo lo posible en desenmascarar el patriarca, aspecto que hace que la política tenga un interesante eje político en el que el esfuerzo por la verdad se sitúa abajo, con los empleados, y el esfuerzo por negarla o enmascararla se sitúa arriba, con los miembros de la familia.
Son memorables lo momentos en que todos los familiares intentan hacer como si Christian no hubiera dicho nada, momentos que terminan en violencia cuando Christian persiste y rechaza entender el mensaje de callar e ignorar.
"Celebración" es una película admirable, rica, inteligente y lo que es más importante, no escrita por un padre sino por un hijo, por un oprimido por un orden injusto.
Y es este para mi gusto su mayor atractivo.
Al final siempre priva el punto de vista de los padres y a los padres, no se por qué, se les termina perdonando todo,,, aunque sea con el silencio y el olvido.
Sobre el oprimido siempre cae la responsabilidad de entender, de perdonar, de hacer como su nada hubiera sucedido.
También hay política en los entornos familiares.
Brillante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario