Es una película muy inteligente esta "Omar" dirigida por el palestino Hany Abu-Assad.
Huyendo del cine ideológico y directamente panfletario. "Omar" nos presenta una visión crítica y desesperanzada de la palestina ocupada por Israel, viviendo casi un estado de "aprtheid" pero lo hace desde lo micro, desde una vida cotidiana entendida desde la mas elemental imposibilidad.
Y es el personaje cuyo nombre llama a la película quién experimenta esa imposibilidad y la manifiesta a quien quiera escucharla y verla porque si algo cuenta "Omar" es la imposibilidad de una vida normal dentro de un entorno eminentemente abyecto que lleva a quienes lo viven a la destrucción y al enfrentamiento.
Lo que podemos ver en "Omar" es el progresivo proceso de destrucción de una amistad entre jóvenes y de un amor entre dos adolescentes como consecuencia de la existencia omnipresente de la ocupación israelí,
En este sentido, el estado de Israel materializado en el actor Waleed Zuaiter que interpreta a un agente del Shin Bet, el servicio de inteligencia para el interior de Israel, se convierte en una presencia siniestra que a fuerza de explotar lo peor de todos con su constante presión para generar traición terminará haciendo imposible la situación inicial que define a los personajes como amigos y amantes, creando un ambiente enrarecido en el que nadie puede confiar en nadie.
Omar, que es el héroe, precisamente lo es por tenerlo claro al principio de la película y mucho más claro al final cuando comprende todo lo que le ha costado la inicial decisión de presentar batalla a la ocupación israelí.
Y ese todo, es precisamente todo, haciendo aún más loca y desesperada su oposición a Israel; aspecto que queda claramente reflejado en un final en el que el espectador tiende a no apostar demasiado a favor del futuro de Omar.
Así, Omar muestra con inteligencia y acierto una radiografía del espíritu palestino, definiendo muy bien el lugar que Israel ocupa no sólo como fuente de violencia sino también como fuente de abyección, porque en realidad no se puede dominar un pueblo sin destruirlo.
La tragedia de Omar es la tragedia de toda Palestina.
Brillante.
Huyendo del cine ideológico y directamente panfletario. "Omar" nos presenta una visión crítica y desesperanzada de la palestina ocupada por Israel, viviendo casi un estado de "aprtheid" pero lo hace desde lo micro, desde una vida cotidiana entendida desde la mas elemental imposibilidad.
Y es el personaje cuyo nombre llama a la película quién experimenta esa imposibilidad y la manifiesta a quien quiera escucharla y verla porque si algo cuenta "Omar" es la imposibilidad de una vida normal dentro de un entorno eminentemente abyecto que lleva a quienes lo viven a la destrucción y al enfrentamiento.
Lo que podemos ver en "Omar" es el progresivo proceso de destrucción de una amistad entre jóvenes y de un amor entre dos adolescentes como consecuencia de la existencia omnipresente de la ocupación israelí,
En este sentido, el estado de Israel materializado en el actor Waleed Zuaiter que interpreta a un agente del Shin Bet, el servicio de inteligencia para el interior de Israel, se convierte en una presencia siniestra que a fuerza de explotar lo peor de todos con su constante presión para generar traición terminará haciendo imposible la situación inicial que define a los personajes como amigos y amantes, creando un ambiente enrarecido en el que nadie puede confiar en nadie.
Omar, que es el héroe, precisamente lo es por tenerlo claro al principio de la película y mucho más claro al final cuando comprende todo lo que le ha costado la inicial decisión de presentar batalla a la ocupación israelí.
Y ese todo, es precisamente todo, haciendo aún más loca y desesperada su oposición a Israel; aspecto que queda claramente reflejado en un final en el que el espectador tiende a no apostar demasiado a favor del futuro de Omar.
Así, Omar muestra con inteligencia y acierto una radiografía del espíritu palestino, definiendo muy bien el lugar que Israel ocupa no sólo como fuente de violencia sino también como fuente de abyección, porque en realidad no se puede dominar un pueblo sin destruirlo.
La tragedia de Omar es la tragedia de toda Palestina.
Brillante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario