Tiene gracia.
Las reacciones que suscita la nueva película de Juanma Bajo Ulloa no son muy distintas de las que en el momento de su estreno suscitó la estupenda "Airbag" entre ele stablishment de la crítica.
"Airbag" fue una película de público y no de crítica, como es ésta "Rey Gitano" que, con mucho y de lejos, es mucho peor película que su predecesora pero que, y aún así, encierra importantes atractivos.
El fundamental es la posibilidad de ver a Elejalde y Manquiña juntos, esas dos fuerzas de la naturaleza que evidencian la existencia de eso que los fachas llaman el genio español, los perfectos y shakesperianos Rosencrantz y Guildenstern, la culminación de la picaresca como genero que hace de contrapunto popular a la expresión aristocrática de los géneros... en fin... soy fan total de los dos.
Si Elejalde y Manquiña me recitasen la guía telefónica iría a verla y si algo tiene "Rey Gitano" es terreno de sobra para que ambos actores desplieguen todo su talento, un talento enteramente berlanguiano que les conecta con grandes nombres de nuestro cine como Cassen, Saza o Landa.
Por ahí "Rey Gitano" me llega, pero me lo pone difícil empezando por una presencia de Arturo Valls que demuestra que no es suficiente funcionar en la televisión para hacerlo en el cine.
Valls es uno de los grandes errores de una película que, por su propia idiosincrasia, no puede cometer errores
Claramente, y con un actor de verdad, el personaje que intenta con voluntad interpretar Valls habría aportado el peso específico que actores como Guillen Cuervo o San Juan aportaban a "Airbag". Sin ellos y con Valls, "Rey Gitano" parece mucho más tontería de lo que en realidad es.
Por otro lado, la historia es insustancial, apenas un soporte para que Manquiña y Elejalde puedan lucir en un espectáculo que exhibe de manera casi impúdica un afán iconoclasta, escatológico y blasfemo contra los dioses del establishment del 78, pero no mucho más irrelevante que la historia de "Airbag".
Ambas son meras excusas para que los personajes protagonistas se pongan en marcha y aparezca una "road movie" en lo importante es lo que va surgiendo en el camino; un camino a la caza por toda España de muestras genéticas de los miembros de la familia real.
Desde luego, y como escribo, "Rey Gitano" cuenta con todos los elementos para que, si uno quiere, pueda desmarcarse de ella y, lo que es más importante, de su loca propuesta sin demasiado atar. Así se puede quedar bien con el jefe, con el suegro, con el padre y el guardia civil de la rotonda que da acceso al adosado.
Porque lo fácil es decir que "Rey Gitano" es una mala película... aunque si uno la compara con "Rocco y sus hermanos" sin duda lo es.
El rollo de "Rey Gitano" es otro.
Desigual y excesiva, "Rey Gitano" está repleta de guiños de mala leche dirigidos como un contenedor ardiendo contra esa España de billetes de quinientos euros, de casta religión y de succionadas cabezas de gamba que nos gobierna.
"Rey Gitano" genera un terreno para el esperpento, la payasada, la astracanada, la comedia bufa; un terreno en el que sus dos personajes protagonistas, que resumen de manera esperpentica a esas dos españas que nos hielan el corazón, se convierten en una suerte de personajes de comic que intentan salir adelante como buenamente pueden, igual que todos y cada uno de nosotros, en un territorio sin orden ni concierto, donde la chapuza es una forma de vida.
"Rey Gitano" es puro exploit, un exploit patrio que nos apunta directamente al bajo vientre, pero a la española, incluyendo a la política dentro del repertorio de lo escabroso que se nos muestra.
Y como una característica del exploit no es tan importante la estrategia de la trama como la sucesión de detalles tácticos en que al espectador se le muestra lo escabroso, aquello que no se suele ver porque el decoro impide mostrar.
Spainplotation!
Manquiña, Elejalde, León, Lomba...
Tiene gracia que nos guste la americana y sin embargo no nos guste la exploitation española.
Magnifica!
Las reacciones que suscita la nueva película de Juanma Bajo Ulloa no son muy distintas de las que en el momento de su estreno suscitó la estupenda "Airbag" entre ele stablishment de la crítica.
"Airbag" fue una película de público y no de crítica, como es ésta "Rey Gitano" que, con mucho y de lejos, es mucho peor película que su predecesora pero que, y aún así, encierra importantes atractivos.
El fundamental es la posibilidad de ver a Elejalde y Manquiña juntos, esas dos fuerzas de la naturaleza que evidencian la existencia de eso que los fachas llaman el genio español, los perfectos y shakesperianos Rosencrantz y Guildenstern, la culminación de la picaresca como genero que hace de contrapunto popular a la expresión aristocrática de los géneros... en fin... soy fan total de los dos.
Si Elejalde y Manquiña me recitasen la guía telefónica iría a verla y si algo tiene "Rey Gitano" es terreno de sobra para que ambos actores desplieguen todo su talento, un talento enteramente berlanguiano que les conecta con grandes nombres de nuestro cine como Cassen, Saza o Landa.
Por ahí "Rey Gitano" me llega, pero me lo pone difícil empezando por una presencia de Arturo Valls que demuestra que no es suficiente funcionar en la televisión para hacerlo en el cine.
Valls es uno de los grandes errores de una película que, por su propia idiosincrasia, no puede cometer errores
Claramente, y con un actor de verdad, el personaje que intenta con voluntad interpretar Valls habría aportado el peso específico que actores como Guillen Cuervo o San Juan aportaban a "Airbag". Sin ellos y con Valls, "Rey Gitano" parece mucho más tontería de lo que en realidad es.
Por otro lado, la historia es insustancial, apenas un soporte para que Manquiña y Elejalde puedan lucir en un espectáculo que exhibe de manera casi impúdica un afán iconoclasta, escatológico y blasfemo contra los dioses del establishment del 78, pero no mucho más irrelevante que la historia de "Airbag".
Ambas son meras excusas para que los personajes protagonistas se pongan en marcha y aparezca una "road movie" en lo importante es lo que va surgiendo en el camino; un camino a la caza por toda España de muestras genéticas de los miembros de la familia real.
Desde luego, y como escribo, "Rey Gitano" cuenta con todos los elementos para que, si uno quiere, pueda desmarcarse de ella y, lo que es más importante, de su loca propuesta sin demasiado atar. Así se puede quedar bien con el jefe, con el suegro, con el padre y el guardia civil de la rotonda que da acceso al adosado.
Porque lo fácil es decir que "Rey Gitano" es una mala película... aunque si uno la compara con "Rocco y sus hermanos" sin duda lo es.
El rollo de "Rey Gitano" es otro.
Desigual y excesiva, "Rey Gitano" está repleta de guiños de mala leche dirigidos como un contenedor ardiendo contra esa España de billetes de quinientos euros, de casta religión y de succionadas cabezas de gamba que nos gobierna.
"Rey Gitano" genera un terreno para el esperpento, la payasada, la astracanada, la comedia bufa; un terreno en el que sus dos personajes protagonistas, que resumen de manera esperpentica a esas dos españas que nos hielan el corazón, se convierten en una suerte de personajes de comic que intentan salir adelante como buenamente pueden, igual que todos y cada uno de nosotros, en un territorio sin orden ni concierto, donde la chapuza es una forma de vida.
"Rey Gitano" es puro exploit, un exploit patrio que nos apunta directamente al bajo vientre, pero a la española, incluyendo a la política dentro del repertorio de lo escabroso que se nos muestra.
Y como una característica del exploit no es tan importante la estrategia de la trama como la sucesión de detalles tácticos en que al espectador se le muestra lo escabroso, aquello que no se suele ver porque el decoro impide mostrar.
Spainplotation!
Manquiña, Elejalde, León, Lomba...
Tiene gracia que nos guste la americana y sin embargo no nos guste la exploitation española.
Magnifica!
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