Aún debiera ser posible la virtud de
esperar
O, por lo menos, la exhibicion ostentosa
del inmenso vacío que representa su
ausencia,
como si fuese algo,
una especie de fiesta de guardar
en honor de algún dios ya lleva siglos bien
muerto.
Aún debiera ser posible, pero no.
El tiempo arrecia al otro lado de la
puerta,
crepita impaciente como lluvia en la
ventana.
y sabes que ningún mal dura cien años,
incluidos tus errores y tú,
su supremo hacedor.
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