No cabe duda de que Christopher Nolan es uno de esos creadores de historias que gustan más de estas como mecanismos.
Por encima de la intensidad dramática, de la presentación y desarrollo de personajes, el principal atractivo de las historias es su misma construcción, su sintaxis, las reglas que permiten la construcción de planteamientos complejos que incluyen pequeños o grandes giros, estructuras que se contienen las unas a las otras.
Y si algo es transversal al cine de Nolan es precisamente esta obsesión por construir sentido a través de la complejidad narrativa: historias paralelas que de vez en cuando se superponen, continuos viajes adelante y atrás en el tiempo, mezclas de puntos de vista, giros narrativos que definen de manera radical aquello que se está contando.
Y esa transversalidad esta presente desde esta "Following", su primera película, que de algún modo, seguramente por su aquilatado blanco y negro y su perversa trama noir, me recuerda a las primeras películas de Kubrick.
La película nos cuenta la historia de un escritor solitario que, en plena crisis narrativa decide salir a la calle en busca de historias y, en la mejor línea del director alemán Wim Wenders quién explicaba que el cine no es otra cosa que elegir algo y filmarlo, aquí tenemos un guiño cinefilo de nivel por parte de Nolan, decide empezar a seguir personas elegidas por el mismo en la calle.
El azar le llevará a a seguir a Cobb, un tipo que se le revelará aún más extraño que él.
Cobb le introducirá en la trama de un robo y le presentará a una hermosa mujer.
Y sin darse cuenta el escritor protagonista empezará a ser atrapado por una telaraña cuidadosamente urdida por el prodigioso talento para la conspiración y la mentira de Cobb.
Contada eficazmente desde la perspectiva del protagonista, "Following" es la crónica de una trampa que convierte al cazador en presa.
Lo mejor que se puede decir de "Following" es que, y aunque uno ya ha visto muchas historias y ya es zorro viejo, se las arregla para resultar sorprendente e incluso interesante desde perspctivas nada maisntream que incluyen el voyeurismo, el sadismo y el masoquismo.
Morbo y perversidad que se muestran entre unas líneas definidas por los convencionalismos de un género: el cine negro.
Muy interesante,
Por encima de la intensidad dramática, de la presentación y desarrollo de personajes, el principal atractivo de las historias es su misma construcción, su sintaxis, las reglas que permiten la construcción de planteamientos complejos que incluyen pequeños o grandes giros, estructuras que se contienen las unas a las otras.
Y si algo es transversal al cine de Nolan es precisamente esta obsesión por construir sentido a través de la complejidad narrativa: historias paralelas que de vez en cuando se superponen, continuos viajes adelante y atrás en el tiempo, mezclas de puntos de vista, giros narrativos que definen de manera radical aquello que se está contando.
Y esa transversalidad esta presente desde esta "Following", su primera película, que de algún modo, seguramente por su aquilatado blanco y negro y su perversa trama noir, me recuerda a las primeras películas de Kubrick.
La película nos cuenta la historia de un escritor solitario que, en plena crisis narrativa decide salir a la calle en busca de historias y, en la mejor línea del director alemán Wim Wenders quién explicaba que el cine no es otra cosa que elegir algo y filmarlo, aquí tenemos un guiño cinefilo de nivel por parte de Nolan, decide empezar a seguir personas elegidas por el mismo en la calle.
El azar le llevará a a seguir a Cobb, un tipo que se le revelará aún más extraño que él.
Cobb le introducirá en la trama de un robo y le presentará a una hermosa mujer.
Y sin darse cuenta el escritor protagonista empezará a ser atrapado por una telaraña cuidadosamente urdida por el prodigioso talento para la conspiración y la mentira de Cobb.
Contada eficazmente desde la perspectiva del protagonista, "Following" es la crónica de una trampa que convierte al cazador en presa.
Lo mejor que se puede decir de "Following" es que, y aunque uno ya ha visto muchas historias y ya es zorro viejo, se las arregla para resultar sorprendente e incluso interesante desde perspctivas nada maisntream que incluyen el voyeurismo, el sadismo y el masoquismo.
Morbo y perversidad que se muestran entre unas líneas definidas por los convencionalismos de un género: el cine negro.
Muy interesante,
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