Se siente como un electrón, más o menos zurdo, intentando comprender una de las lunas de Plútón.
Camina y arrastra consigo, como una estela sin brillo, la pesadez de una radiante mañana que, como otras tantas, ha tenido que vender a otro.
Mentalmente repasa el calendario en busca del próximo día de vacaciones.
Los fantasmas de los días aún por llegar pasan sin dejar huella ante su conciencia mientras el metro se le escapa en un rugiente torbellino.
No le preocupa.
Habrá más.
Aún le queda mucho tiempo para esperar.
Muy bonito
ResponderEliminarcarlos, de nuevo "raspas", y eso me gusta, aspero mundo
ResponderEliminarTu y tu desorientación congénita,
ResponderEliminar:-p...me gusta lo del electrón zurdo, ¿cual será la luna que intenta descifrar, Xena o Caronte?, bonita imagen, sí señor.