Se desliza suavemente sobre la brillante y pulida superficie de su propia e intransferible tristeza.
A su espalda braman los relojes, pero aún tiene tiempo para una sonrisa más.

Se lo toma con calma.
Todo puede esperar.

Ha decidido ser eterno.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Fargo

Mis conversaciones con Chat GPT