No se qué me gusta más.
La historia que se cuenta o el modo tan interesante en que Scorsese la relata. Siempre dudo. Lo único que tengo claro es que la pareja que forman Robert de Niro y Joe Pesci es una de las más importantes de la historia del cine. Entre ellos estalla siempre la verosimilitud y lo hace de una forma natural pese a los aspavientos y gesticulaciones de uno y otro.
Me gusta mucho verles en esta historia decadente, loca y brutal en la que los defectos de sus protagonistas como seres humanos se bastan y se sobran para llevarles al desastre más absoluto desde las más altas cimas del éxito (siempre que se acepte como prueba de éxito el control de una ciudad como Las Vegas).
Y todo relatado de una forma muy visual, muy cinematográfica. Haciendo un uso acertadísimo de las voice over y de la ambientación musical, del encuadre y del montaje (la escena que describe el sistema de vigilancia del Casino resulta siempre magistral a golpe de raccord).
Una obra maestra.
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