sábado, enero 19, 2008
ALIEN VS. PREDATOR
Mejor de lo que a priori uno puede presuponer resulta la segunda parte de este refrito/pastiche que combina a dos personajes esenciales en la ciencia ficción cinematográfica.
Insustancial, ligeramente previsible, pero, y no obstante, resulta entretenida de alguna extraña forma que no acierto a comprender del todo. Quizá, porque soy fan de la saga de Alien, el 50% de esta suerte de Tom & Jerry galáctico en el que los depredadores persiguen a los alien viajando de planeta y planeta.
¡Qué le voy a hacer! Algún defecto tengo que tener.
En el caso de la película que nos ocupa, la eterna lucha entre una y otra especie se ventila en una pequeña (y paradisiaca al siniestro estilo norteamericano) localidad de Colorado que literalmente termina pulverizada junto a la mayoría de sus habitantes.
La historia no es nada del otro mundo. Un simple soporte argumental para una gran escabechina de humanos que está narrada de una forma correcta y eficaz.
Todo sucede sin prisa, pero sin pausa y en el tiempo justo, aspecto que quizá resulte clave para que la película no acabe aburriendo.
Ajustada duración y ajustado tempo.
En este sentido, y como producto de entretenimiento, la segunda parte de Alien Vs. Depredador no defrauda.
Entretenimiento sin pretensiones.
Cine comercial.
Producto
Pero nada de alma. Practicamente ya le he olvidado. Ni siquiera recuerdo quién de los dos gana. Pondré una equis en la quiniela.
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