LA PROPUESTA
Todo un descubrimiento este western rodado en el años 2005 sobre un guión del cantante Nick Cave en los desiertos del interior de Australia.
De una forma intensa y excesiva, entran en colisión un capitan de policía británico (Ray Winstone) que quiere llevar la civilización a las salvajes tierras del interior y una familia de tres hermanos forajidos, uno de cuyos integrantes (Guy Pearce) recibirá por parte del capitán la propuesta de salvar la vida del hermano más joven a cambio de la vida del peligroso hermano mayor (Danny Huston).
A partir de ahí, "La promesa" se constituye en un relato descarnado y brutal, donde la violencia excesiva campa a sus anchas. Una historia asfixiante y sin ninguna concesión, que sucede bajo la onmipotente luz de un sol que todo lo consume.
Ante un inmenso atardecer, Arthur Burns (Danny Huston) le comenta a su hermano que ya piensa en matarle que allí, donde están, termina todo. No puede haber nada más hacia delante. Han ido demasiado lejos. Han llegado al final del mundo.
Este diálogo me parece clave a la hora de entender esta historia que, contra todo riesgo, se mueve en el filo de la navaja de muchos límites.
La civilización queda muy lejos, a miles de kilómetros a sus espaldas. Allí, entre la tierra quemada y la hierba seca, sólo quedan hombres a solas con sus propios demonios, los mismos que les han llevado tan lejos.
Todo un descubrimiento este western rodado en el años 2005 sobre un guión del cantante Nick Cave en los desiertos del interior de Australia.
De una forma intensa y excesiva, entran en colisión un capitan de policía británico (Ray Winstone) que quiere llevar la civilización a las salvajes tierras del interior y una familia de tres hermanos forajidos, uno de cuyos integrantes (Guy Pearce) recibirá por parte del capitán la propuesta de salvar la vida del hermano más joven a cambio de la vida del peligroso hermano mayor (Danny Huston).
A partir de ahí, "La promesa" se constituye en un relato descarnado y brutal, donde la violencia excesiva campa a sus anchas. Una historia asfixiante y sin ninguna concesión, que sucede bajo la onmipotente luz de un sol que todo lo consume.
Ante un inmenso atardecer, Arthur Burns (Danny Huston) le comenta a su hermano que ya piensa en matarle que allí, donde están, termina todo. No puede haber nada más hacia delante. Han ido demasiado lejos. Han llegado al final del mundo.
Este diálogo me parece clave a la hora de entender esta historia que, contra todo riesgo, se mueve en el filo de la navaja de muchos límites.
La civilización queda muy lejos, a miles de kilómetros a sus espaldas. Allí, entre la tierra quemada y la hierba seca, sólo quedan hombres a solas con sus propios demonios, los mismos que les han llevado tan lejos.
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