La levedad de la vida experimentada de forma directa y clara.

El esforzado sentido equilibrado de las cosas
tan trabajosamente alcanzado en interminables días de relojes pendientes como goteantes grifos,
bruscamente alterado por el leve roce de una mirada
apenas sentida durante siquiera solamente un único segundo de pasajera eternidad.

Una ardiente huella de pisada alada
dejando una indeleble marca en su más profundo,
improvisando el increíble milagro de simplemente llegar hasta allí,
como si en alguna parte de ese mágico vuelo
estuviera cifrada en plata y sueño
la fulgurante clave de acceso.

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