lunes, mayo 12, 2008

Los días nublados se abalanzan como pájaros negros sobre las esperanzas y los anhelos de un definitivo azul,
oscurece el verde clorofílico de los árboles
y no hay palabra alguna que pueda alcanzarlos en su desconsuelo,
en su abandono entre las sombras de los que no tienen voz.

El destino es ésto,
un momento como los otros,
tan irrepetible como los anteriores
sucediendo de forma irreparable...
Sólo su oscura carne es diferente.

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