POSICIÓN ALAMO
Mecánicamente.
Reconocer un blanco, apuntar y disparar.
Mecánicamente.
Reconocer un blanco, apuntar y disparar.
La última acometida fue definitiva.
Las defensas del arroyo fueron las primeras en caer.
A través de ese agujero el enemigo encontró el perfecto espacio para buscar la victoria entre los muertos brazos de los defensores.
El perimetro era demasiado grande.
Ese había sido el gran error, ún perímetro defensivo demasiado grande para los hombres disponibles para defenderlo.
La topología del terreno tampoco permitía los nodos suficientes como para permitir un área defensiva más pequeña y algunos flancos, como el arroyo, quedaron mal cubiertos.
Era una cuestión de suerte que el enemigo los detectara
y la suerte se les había acabado.
Se preguntaba si también era una cuestión de suerte que la suerte terminase.
Mecánicamente.
Reconocer un blanco, apuntar y disparar.
Mecánicamente.
Reconocer un blanco, apuntar y disparar.
El combate había entrado en el gran desorden sangriento del cuerpo a cuerpo.
No podía verlo pero lo imaginaba.
Pequeñas bolsas improvisadas de defensores rodeadas por todas parte de enemigos.
Cayendo una detrás de otra.
Aún le quedaba munición.
No pensaba ni en su vida ni en su muerte.
En su cabeza sólo había espacio para la detección entre el humo de la siguiente sombra que directamente se lanzaba sobre su posición dispuesto a tomarla.
Todo su estar descansaba sobre el firme convencimiento de que lo que le quedaba de vida iba a reducirse a ésto....
Mecánicamente.
Reconocer un blanco, apuntar y disparar.
Mecánicamente.
Reconocer un blanco, apuntar y disparar.
Lo aceptaba y punto.
No era el momento de hacerse preguntas que eran más propias de los que cuando el día terminase seguirían viviendo.
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