LA NOCHE Y LA CIUDAD
Perseguido por el macartismo, Jules Dassin se vió obligado a abandonar su país. Su destino sería Europa donde llevaría una vida errante filmando diferentes películas principalmente en Francia hasta acabar en Grecia y en los brazos de la estupenda Melina Mercouri... lo cual no es una mala Itaca a la que arribar.
"La noche y la ciudad" representa el desembarco europeo de Dassin, en concreto en Gran Bretaña donde rodaría en las calles de Londres, con el vibrante estilo documental que caracterizó a su anterior película: "La ciudad desnuda", un drama fatalista que es considerado (con razón) una de las principales joyas del cine negro.
La película empieza como termina, con su principal protagonista, Harry Fabian, perseguido por sus oscuras y solitarias calles londinenses, como escapando de un destino trágico de cuyo alargado brazo, a lo largo de la historia que se nos cuenta, hará lo imposible por escapar.
El existencialismo y el fatalismo están presentes en todos los minutos de esta historia que nos ofrece un retrato brutal de la naturaleza humana. La mayor parte de los personajes están enredados los unos con los otros en una desesperada lucha por la supervivencia que a nadie deja indemne.
En este sentido, "La noche y la ciudad" teje una amarga telaraña de pasiones y deseos, de continuos esfuerzos por satisfacerlas y alcanzarlas, en la que el fin siempre justifica los medios y en donde los unos se quitan a los otros la posibilidad de un probable escape en un esfuerzo por conseguir ese golpe de suerte que la mayoría de los personajes tanto ansían para sí mismos.
Vibrante, intensa y dramática, "La noche y la ciudad" es una obra maestra de Jules Dassin.
Otra más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario