Confieso que no habría ido a ver esta película de no ser por su poderoso y energético trailer. Su visión me hizo concebir la esperanza de que vería una película optimista y positiva, de buen rollo, de esas que sales alegre del cine cuando terminas de verla, pero nada más alejado de la realidad.
No he visto el original teatral, pero, y a juzgar por el éxito que ha cosechado a nivel mundial, tiene que ofrecer algo más que la tibia nimiedad que ofrece su versión cinematográfica.
Entiendo que "Mamma mia" tiene que ser cualquier cosa menos un espectáculo frio. Debe transmitir la energía positiva de las canciones de Abba, trasladarla al público y conseguir que, cuando la película termina, éste no se levante del asiento y salga del cine como si acabara de ver "Secretos de un matrimonio" de Ingmar Bergman... pero es esto lo que consigue.
"Mamma mia" es un espectáculo que no traspasa, que se queda detrás de un cristal lo suficientementre grueso como para que el público se sienta muy lejos de la historia y, lo que es peor, de las canciones que vehicula. Sin duda, lo más importante y el propósito vertebrador del espectáculo.
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