martes, diciembre 09, 2008

Instantes de un tiempo pasado
clavados en el alfiler de la propia mirada,
como mariposas muertas
que de cuando en cuando suceden,
nos saltan a la cara,
revoloteando espantadas
en el helado caldo del propio olvido,
al abrir el polvo de viejos armarios,
al agitar el ajado color de viejas sábanas.

Viejas fotografías perdidas,
errantes,
sin dueño,
melancolía de un tiempo desconocido,
abandonado,
como el lejano aullido de un perro
o una luz distante que se enciende y apaga.

4 comentarios:

  1. Anónimo1:42 p. m.

    Mal día éste para hacer limpieza e imponer orden.
    Llueven recuerdos, mejor no levantar demasiado polvo.

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  2. Por lo menos llueve y la lluvia puede con el polvo...

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  3. Anónimo2:03 p. m.

    :-) Sí a veces puede, pero otras forma unos lodos fenomenales que cuesta años limpiar.

    Abrazo limpio de polvo y lluvia

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  4. Bueno... Según la biblia estamos hechos de barro.. el lodo proveniente de algún que otro polvo.

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