Rodada en 1979 por John Huston, "Sangre sabia", como casi todas las peliculas dirigidas por el director americano, tiene un referente literario... la novela escrita por la escritora sureña Flannery O'connor.
De escasa producción literaria puesto que una enfermedad terminó prematuramente con su vida a los 39 años, O'Connor es una genuina representante de lo que se ha dado en llamar Gótico Sureño junto con William Faulkner y otra mujer Carson McCullers.
El Gótico Sureño no es otra cosa que una suerte de esperpento valleinclanesco trasladado al profundo Sur de los Estados Unidos, un mundo en ruinas, emprobrecido, primario, violento, donde impera la lucha por la supervivencia manifestándose en una eterna tensión entre el bien y el mal que, a su vez, traduce en una tremenda y enloquecida obsesión por la religión. El profundo sur de estos escritores es la tosca superficie sobre la que Gabriel García Márquez erigió el cristalino edificio de su diferente Macondo, una tierra perdida por la que deambulan sus perdidos habitantes intentando perseguir la sombra de un sentido que en su dificil y arrastrada vida parece no existir, un sentido que inevitablemente tiene que pasar por otra vida y por la religión.
Es en este entorno en el que hay que entender "Wise Blood".
Su historia es el desesperado viaje que Hazel Motes, su protagonista, en busca de un sentido para su existencia. Y a su modo, con la iglesia sin cristo que predica, es un extremo anti-héroe.
Los habitantes de la ciudad en la que vive pagan a toda suerte de predicadores y titiriteros por respuestas que les transmitan un poco de esperanza. Dios les ama, quiere salvarles... Pero Hazel Motes no lo cree. Con su iglesia denuncia lo que cree una mentira y propone abrazar le desesperanza y el pecado que anida en los corazones de todos y cada uno de ellos.
A lo largo de toda la historia todos los predicadores y titiriteros, al igual que su propio abuelo que le obligaba a participar de la farsa siendo niño, son unos farsantes que venden mentiras a oidos que están deseando escucharlas porque no encuentran nada mejor con lo que soportar el débil entramado de su esperanza.
Para O'Connor, sólo hay verdad en el airado y desesperado Motes, en su descarnado, extremo y esperpéntico mensaje sobre la aceptación de la soledad en el pecado... pero un Motes, al que nadie escucha porque, fino humor el de O'connor, no sabe predicar. Incapacidad que le llevará a un brutal y autodestructivo proceso ascético de expiación de una contradicción: su imposibilidad para transmitir a los otros una insoportable verdad que se le sale por los ojos.
Como siempre, John Huston se limita a hacer lo que siempre hizo muy bien: elegir buenas historias, captar su corazón y ponerlo de forma eficaz en imágenes.
El cine de Huston son sus historias y como no podía ser de otra forma "Sangre Sabia" es unapelícula tan extraña e inclasificable como su propio referente literario.
Me gustan Motes y su desesperación, la firmeza con que rechaza aquello que cree una mentira, la forma en la que se destroza intentando estar a la altura de lo que cree su misión... Su brutal manera de vivir le acerca a los personajes de Peckinpah, siempre fieles a si mismos, entregandose a la sabiduría de su propia sangre que constantemente les dice qué es lo que son.
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